Miedo me da

Publicado en Ideal el 17/09/2009.

Remedios Murillo Cubillas, Mujeres y Ciudadanos por Granada.

Mejor diría  pánico, que, después de superada la de incredulidad, es la reacción instintiva que se produce en todo aquel que tenga un mínimo de sensibilidad artística, al tener conocimiento de que el contorno de los alcorques de los centenarios árboles del Paseo del Salón, van a lucir de ahora en adelante acero inoxidable, o acero corten, igual da, al que tan aficionados son los arquitectos modernos. Nos dirán que los va a tapar la tierra y eso será verdad el día de la inauguración, luego, al paso del tiempo, de los riegos y las tormentas, cuando se asiente el terreno, más de ciento veinticinco árboles parecerán aves anilladas y lucirán alrededor de su tronco un anillo brillante, recuerdo permanente de una obra capaz de resucitar, por sonrojo, el espíritu de los que la concibieron. Podrían aprovechar y grabar en el acero la fecha y los nombres de los responsables del desaguisado para su permanencia en la memoria histórica .Es increíble que una reforma, cuya idea empezó a gestarse hace más de seis años, con el activo Concejal señor García Royo, y cuya noticia, al llegar a oídos de los granadinos levantó recelos, abundó en polémicas , puso en pie de guerra a los vecinos de la zona, e hizo oír voces de personas entendidas que reivindicaban para este paseo decimonónico, todo el mimo y la sutileza necesaria para no romper su unidad con los jardincillos, ni el encanto de su trazado, es surrealista, que de pronto, a falta de materiales adecuados- ni previsión inteligente – echen mano de sucedáneos que dan gritos, que son a un alcorque, lo que una flor de plástico a un jardín, y dejan boquiabierto a cualquier ciudadano. ¿Pondría ningún granadino acero inoxidable si le faltara solería en la reforma de la casa?  Como decía un amigo “es de no creer”.

Una, que ya tiene muchos años en las guerras ciudadanas ha visto cientos de estas cosas y, me viene a la memoria el famoso Parque del Realejo, el de la calle Seco de Lucena, el de las plantas metidas en cajones inmensos de ese acero “ corten” que en el mes de agosto alcanza la temperatura de una placa de horno y quema las flores y las manitas de los niños que, por esta y otras cosas , han   tenido que dejar de ir a jugar a dicho parque, convertido, para lo pequeños, en un conjunto de trampas peligrosas. Fue todo un despropósito su diseño, pero aún mayor si conocemos que era la huerta nazarí que formaba un todo indivisible con el maravilloso Cuarto Real y que escondía en sus entrañas restos de palacios, fuentes y azulejos de calidad excepcional que han quedado perdidos para siempre. Afortunadamente, no sé si por falta de presupuesto, o del único acierto de la Junta de Andalucía, respecto a este monumento, nos hemos visto libres de las rampas de hierro oxidado colgadas en la imponente muralla del siglo XIII.

Señora Nieto ¿esto del Salón no es un “ pegote” ?, como no se avergüenzan el señor Lorente y usted de salir en la foto mostrándoles los originales alcorques al señor Benzal. Usted, que se atrevió a ofender, precisamente con esa palabra, al Profesor , investigador y Académico ( por dos Academias  de Bellas Artes, Las Angustias y S. Fernando, y Patrono de la Real Academia Española en Roma) D. Antonio Almagro Gorbea , verdadero experto en arquitectura nazarí, cuando le llevó el estudio riguroso sobre la  restauración que debería llevarse a cabo en el Cuarto Real. Dentro de pocos días veremos proyectar en el Parque de las Ciencias un DVD, financiado por el Legado Andalusí y dirigido y realizado por los Profesores Almagro y Orihuela, con toda la planimetría, y la recreación virtual de lo que fue en su momento histórico el famoso palacete de la Huerta de la Almanxarra. Todos los granadinos debemos ir a contemplarlo, porque, en la realidad, pronto será “otra cosa”, quizás un entorno de acero y cristal, una “empalizada” como la de la Torre del Homenaje de Huéscar, o un cúmulo de granitos rosa. Todo será posible, tirarán cientos de inútiles millones para ver desaparecer el último conjunto del siglo XIV de muralla, palacio, jardines y huerta. No solo lo ha perdido Granada, sino todo el Occidente de donde era único ejemplo conservable. Proyectos para vivificar monumentos de esta categoría y dar a Granada una nueva Alhambra, serian los que hubieran dignificado la celebración, ya diluida, del Milenario de un reino del que solo queda un cúmulo de  apatía y despropósitos. Porque, si bien  es verdad, como decía en su columna  del martes Manuel Pedreira, es ridículo con los gravísimos problemas sociales que esta Granada está atravesando, ver a todos los implicados políticos haciéndose la foto mientras contemplan sesudamente los dichosos alcorques, no hay que olvidar que una de las pocas industrias que generan riqueza en la provincia, con excepción de PULEVA, (a la que felicito una vez más en la figura de Gregorio su admirado director) es el turismo visitante, es el euro nómada que si esta ciudad no le ofrece historia, encanto y belleza, rápidamente cambiará de población e incluso de país. Véanse los miles de millones que ingresa Duvronik, ciudad reconstruida en dos años por la UNESCO a raíz de los dos mil missiles que la destruyeron en la última guerra con Bosnia y, convertida hoy día en un maravilloso y visitadísimo Patrimonio de la Humanidad .No es por tanto una cuestión baladí “una bobada deplorable” la restauración del pavimento de un espacio histórico de la ciudad. No da igual que la ciudad pierda sus señas de identidad, no da igual que el dinero de todos nosotros se pierda en un hacer y deshacer alcorques, no da igual que aquí ningún responsable político responda con su peculio personal cuando hay que levantar una obra por no cumplir con los requisitos ni ajustarse al proyecto aprobado No da igual que se venda patrimonio, no da igual que se destruya un panorama. Nada de esto puede ser indiferente por mucho paro y mucha tragedia humana  que haya, muy al contrario, si el ladrillo ha dejado de generar riqueza, embellezcamos nuestros monumentos y proporcionemos atractivos a nuestra ciudad que atraigan hacia ella visitantes que la admiren y dejen en nuestras arcas euros convertidos en puestos de trabajo.

De seguir como vamos, de no acelerar y programar bien las obras, de no engrandecer el acervo artístico, de no echarle horas de trabajo, cariño e imaginación a esta capital de antiguo reino, creo que Granada saldrá fuera de las rutas turísticas y desde las ciudades vecinas se organizarán vuelos directos de helicóptero que aterricen, a ser posible, en el Patio del Palacio de Carlos V porque desde el aire no se ven la mugre y el desorden.

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