Publicado en Ideal el 26/02/2007.
Remedios Sánchez.
A los granadinos lo que nos pasa en cuestiones de política es que no tenemos un líder, una cabeza serena, despejada y con ideas que gobierne con acierto y valor. De advenedizos, chisgarabís y soplagaitas vamos más que sobrados, pero de mentes pensantes estamos bajo mínimos porque en cuanto se manifiestan (cual una fantasmagoría), se les corta la cabeza y listo, que a los mandamases no les gusta que nadie sobresalga. Esto es, que vamos descabezados. Un ejemplo es el de Nino García Royo, concejal con el que la que suscribe comulga poco, pero que por mucho que les pese a los del PP es uno de los banderines de su legislatura, un hombre honesto que muchas veces se equivoca pero también uno de los pocos que dan la cara aún a riesgo de que se la partan con sus ideas urbanísticas, pudiendo estar tan cómodo en su despacho de Hacienda; a los otros dos integrantes del actual equipo con capacidad no los nombro, porque con lo nervioso que anda Torres Hurtado y el ‘aparato pepero’ con las cosas de su lista electoral, los fulminan en el acto y no es cuestión de hacer gratuitamente faenas al personal.
En cuanto al PSOE, mejor ni hablar porque desde que el caballito de la portada municipal se les encabritó hace cuatro años, andan intentando domeñarlo y mostrar una visión de unidad interna que dista mucho de la realidad (Armilla, los clanes, los chiquilicuatros sin oficio pero con sueldo, la peculiar campaña de Torres Vela, etc.). Por su parte, de IU hay poco que decir: desde que se ha enterado Lola Ruiz -la última comunista que trabaja con denuedo, a la que respeto- de que lo único rojo que hay en esta ciudad son los granos de la granada, vive sin vivir en ella sabiendo que sólo le queda un futurible pero improbable pacto con el actual PSOE de don Javier si es que éste gana las elecciones. Me imagino que no estará por la labor porque rememorando las actuaciones y las consecuencias del catastrófico tripartito, seguro que se le revuelve el estómago.
En fin, que Granada, ya lo he dicho, está decapitada desde hace varias legislaturas, tanto en las instituciones locales como en las que dependen de Sevilla (de Madrid ni hablamos), y a nadie se le ha ocurrido la idea brillante y peregrina pero eficaz que antes usaban los comercios castizos, aunque esta vez aplicada a las sedes institucionales: fijar en las puertas de organismos oficiales como Ayuntamiento o algunas Delegaciones, verbigracia Cultura o Medio Ambiente, un cartel grande, escrito con letra redondilla que diga ‘Se busca líder competente y con capacidad de raciocinio. Abstenerse panegiristas de los partidos. Razón, aquí’. Y es que se ha perdido el ingenio y cuando se pierde el ingenio, ya no nos queda más que la sátira y salir a la calle a clamar las verdades. Por eso es razonable y aplaudible la aparición de plataformas ciudadanas que suplan esa falta de entusiasmo y capacidad que manifiestan los políticos actuales. Eso sí: siempre y cuando esos grupos no los representen o los manipulen los catasalsas de turno (hay varios ejemplos) que buscan sacar rendimiento del asunto y promoción para asentar sus posaderas en algún carguejo con buen sueldo y poca faena. Habrá, pues, que tener cuidado y observar con atención a estos nuevos salvapatrias porque aquí lo que se necesita es un líder honesto y no más gorrones y vividores. De bachilleres del relax y de doctores de la nada, en Granada, el cupo está ya más que completo.
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