FUNDACIONES

FUNDACIONES

Una vez más Granada se ve ante la tesitura de dar un paso atrás a favor de la Junta de Andalucía. No es que nos opongamos a que nuestro gobierno andaluz gestiones el Patrimonio granadino, ya que al ser un gobierno de todos los andaluces, debería volcar sus recursos con todas y cada una de las provincias. Desgraciadamente, no es esa la apreciación que tenemos, muy al contrario, cada cosa que se gestiona desde el gobierno andaluz, deja de revertir beneficios en Granada. Así una y otra vez; por tanto, a ninguno de los granadinos nos alegra saber que antiguas Fundaciones cuyos fundadores donaron sus patrimonios en beneficio de la ciudad que los vio nacer  van a ser gestionadas, en último término, por organismos que residen en Sevilla.

La Fundación Rodríguez Acosta fue creada por el pintor D. José María Rodríguez Acosta que al morir sin descendientes quiso que sus bienes, cuyo principal activo era el llamado Carmen Blanco y sus colecciones pictóricas, fuesen disfrutados por la ciudad y gestionados por una Fundación.

Desconocemos los estatutos ni la composición de dicha Fundación, pero si sabemos que miembros de ella, fueron en principio personajes ilustres como Ortega y Gasset y D. Manuel de Falla. En la actualidad y desde hace muchísimos años, siempre ha estado presidida por D. Miguel Rodríguez Acosta, sobrino del pintor que la ha mantenido activa con numerosas aportaciones y subvenciones de dinero público, distintas empresas y entidades bancarias. Digamos que al menos, desde la quiebra del Banco de Granada, esta Fundación ha sido posible gracias al dinero de todos.

En la década de los ochenta las hijas del investigador granadino D. Manuel Gómez- Moreno (Mª Elena y Natividad) deciden donar a Granada el legado de su padre, constituido por una valiosa colección pictórica y escultórica, una biblioteca con volúmenes de notable interés y un magnífico archivo con todo tipo de documentos, relativos a la totalidad de España.

Esta importante donación se hace a través de la Fundación Rodríguez Acosta que cede un solar colindante para que el arquitecto García de Paredes construya un edificio que sirva de contenedor a dicho Legado.

El costo de toda la obra, unos setenta u ochenta millones de pesetas de la época, fue sufragado, en su totalidad, por la Caja General de Ahorros de Granada (dinero de la Obra Social, es decir, de todos los impositores). La contraprestación que la Caja recibiría por parte de la Fundación era la  dotación de un par de Becas para artistas que la Caja designara y que a su vez el Presidente de la entidad formara parte del Patronato de la Fundación.

En Junio de 1984 se plantea un cambio y se decide que sea Caja de Ahorros de Granada quien mantenga el edificio y se haga cargo del funcionamiento general. Para ello, se acuerda nombrar un Consejo Rector dirigido por, personas de confianza de la Caja, a lo que se oponen las hijas de Gómez Moreno y Rodríguez Acosta. A pesar de esta oposición, la entidad ahorrista nombra Secretario Técnico, con labores de Director a D. José García Román, que a escasos nueve meses =marzo de 1985= cesa en sus labores de dirección, pasando todo el Legado Gómez Moreno a ser controlado en su totalidad y absorbido, por la Fundación Rodríguez Acosta.

Así ha sido hasta el día de hoy en que hemos conocido la noticia del traspaso o absorción por la Alhambra que próximamente dependerá no ya de su Centenario Patronato, sino de una Agencia de Régimen Especial, creada por la Junta de Andalucía y de la que solo conocemos el dato de que administrativamente hablando tiene que pasar un férreo control parlamentario

Ante  la experiencias anteriores (Cetursa, Alhambra, Fundación Ángel Barrios, etc.), los granadinos no podemos menos que sentir pesar porque patrimonios que se legaron por amor a Granada, se alejan del corazón de ella para ser gobernados desde otra ciudad que siempre lo hace con menos amor y más codicia.

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