‘Ciudadanos por Granada’
R. Roldán (portavoz de Prensa)
Señor Alcalde de Granada: La democracia es más madura cuando los ciudadanos participan en la gestión de su ciudad, aconsejando, ofreciendo ideas, apoyando o denunciando según las circunstancias. Como usted sabe, todos los alcaldes son recordados por sus decisiones y actuaciones. Unos, por embellecer sus barrios, recuperar edificios históricos, incrementar los espacios verdes, mimar identidades, generar un equilibrado bienestar, impulsar proyectos de modernidad, expulsar los ruidos y preocuparse de su patrimonio histórico y cultural; otros (demasiados en los últimos tiempos), por sus disparates y desatinos, por la destrucción de la memoria urbana, por la especulación, por el mal gusto, por la falta de sensibilidad, por la sordera, en definitiva, por no haber sabido llevar el timón de los barcos de los que eran sus capitanes. Sinceramente, no quisiéramos, señor Alcalde, que usted entrara a formar parte de este último grupo. En el caso concreto del Cuarto Real, esperamos poder tenerle en nuestro recuerdo como el Alcalde que no permitió enterrar para siempre la riqueza patrimonial que se oculta bajo el edificio adosado a la Qubba, edificio que nuestro Ayuntamiento pretende rehabilitar con presupuesto millonario para (según información aparecida en la prensa) destinarlo a oficinas municipales.
No entendemos que se haya tomado una decisión tan desacertada e inadecuada, y también contradictoria, pues durante años defendió esa riqueza patrimonial arqueológica proponiendo la demolición del edificio (sin valor arquitectónico alguno) existente junto a la gran torre, la Qubba, del Cuarto Real de Santo Domingo. La postura de hoy, contraria a la que mantuvo durante largos años la Consejería de Cultura –cada vez dudamos más de esta palabra– de la Junta de Andalucía, que por fin rectifica permitiendo su demolición, es más que lamentable. Ahora que sería posible el acuerdo entre las dos administraciones y que abriría el camino para poder recuperar este gran espacio que enriquecería un entorno envidiable, orgullo de los granadinos amantes de su ciudad y su patrimonio, la Corporación municipal adopta una decisión que entendemos unilateral, olvidando el servicio que debe a la ciudadanía. Y además, convoca un concurso para la elaboración de un proyecto de rehabilitación de esa edificación (repetimos, sin valor alguno), con la finalidad de darle un uso municipal. Esperemos que los concursantes hagan alardes de una gran sensibilidad hacia nuestro patrimonio y las propuestas que presenten −especialmente la ganadora– armonicen la riqueza arqueológica, arquitectónica y paisajística e histórica con la posibilidad de recuperar todos los elementos arqueológicos que se encuentran enterrados bajo ese edificio, o adoptando la inteligente postura, nada fácil, de rehabilitar el entorno de la Qubba, sin olvidar la función para la que se construyó. De no ser así (no hemos perdido aún la esperanza), Granada enterraría un buen dinero de las arcas municipales –es decir, de todos los granadinos– junto con un preciado patrimonio arqueológico que ya sería muy difícil de recuperar.
Nos consta, señor Alcalde, que usted dispone de toda la información necesaria y que ha sido aconsejado por otras Instituciones de prestigio preocupadas por la solución que se propone. ‘Ciudadanos por Granada’ se ha molestado en ofrecérsela en repetidas ocasiones. Una de ellas (sentimos recordárselo), durante un pleno del que se nos expulsó por mostrarle unos folios en los que se podía leer que no enterrara nuestro patrimonio. Igualmente, le hemos hecho seguir la citada información a la Concejala Delegada de Urbanismo mediante una entrevista que solicitamos y a la que nos acompañó el señor Almagro, que junto con el señor Orihuela son los principales estudiosos del Cuarto Real y restauradores de la Qubba, cuyo prestigio en este asunto es tan innegable como certera y convincente su opinión, aunque no la comparta la señora Concejala, que en la citada entrevista la calificó de “pegote”.
No se va a entender que nuestro Alcalde, en pleno siglo XXI, deje pasar la posibilidad de desenterrar el patrimonio (con los restos más antiguos de la época musulmana) que existe en el centro de Granada, propiciando que se destaque el gran tesoro de la Qubba en su entorno rehabilitado sin que ningún edificio anexo le haga sombra ni compita con ella. Si no se reflexiona profundamente y no se adopta una acertada decisión, acabaremos teniendo otra ‘maravilla’ anexa a los excelsos muros de un gran legado histórico, similar a la ‘muralla-escultura-instalación’ adosada a la Muralla nazarí de San Miguel Alto, bien conocida por propios y extraños. Como tampoco se va a comprender que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con su Delegado y su Comisión de Patrimonio al frente, no alcen su voz para poner orden en las ideas y paralizar éste que consideramos un nuevo atentado contra el patrimonio de nuestra ciudad, que es lo mismo que decir del mundo. El grupo del PSOE en el Ayuntamiento también mira para otro lado (ahora que tiene la oportunidad de defender el gran patrimonio de Granada) ya que se abstuvo ante la moción presentada por IU en la que solicitaba que se replanteara y se estudiara a fondo cualquier decisión al respecto, antes de cometer un grave error que, seguramente, la historia nos demandará.
El concurso convocado para la Rehabilitación del edificio en el Cuarto Real de Santo Domingo es una decisión grave que entendemos atenta contra los principios básicos de las normas para la recuperación del patrimonio monumental e histórico. No obstante, confiamos que sea el remedio para una situación que deseamos tenga una solución acorde con el respeto debido al insigne monumento del Cuarto Real que se merece un mejor trato de nuestra clase política, la más cercana y la más lejana, de la que ya empezamos a pensar que no nos la merecemos.