La ampliación del PTS: ¿Una nueva invasión especulativa de la vega?

Publicado en Ideal el 02/12/2007.

Ciudadanos por Granada  (Remedios Roldán Ávila, responsable de prensa).

Al leer esta noticia en la prensa, a los componentes de ‘Ciudadanos por Granada’, que somos mayores y tenemos memoria, nos viene a la mente lo que sucedió cuando desde la Junta de Andalucía, para compensar a Granada por la segunda Universidad de Sevilla y por el Parque Tecnológico de Málaga, se plantea la realización del Campus de la Salud en nuestra ciudad. En principio la idea parecía ser muy buena, pues la conjunción de la Universidad con las consejerías de Salud y de Educación, junto con una proyección social importante, a través de industrias punteras de producción biosanitaria, podría dar unos resultados muy positivos para el tejido social y económico de Granada. Aunque, las malas lenguas decían que al Gobierno Autonómico solo le interesaba, aparte de evitar el agravio comparativo, la creación de un hospital.

Se convoca entonces un concurso público para la decisión de la ubicación y el diseño del Campus de la Salud, con toda la parafernalia de un gran proyecto para la ciudad, a partir de un programa elaborado por las Consejerías de Salud, Educación y la Universidad de Granada en el que se contemplaba una ambiciosa realización de modernos centros docentes relacionados con la salud: bibliotecas, residencias de estudiantes, obviamente, el hospital clínico y la gran innovación que desarrollaría la industria granadina mediante la atracción de industrias punteras del sector, que contarían con centros de intercambio de tecnología y con toda la colaboración de la investigación de los departamentos de la universidad, que a su vez, se beneficiarían de los medios aportados por estas empresas para la potenciación de nuestra investigación. Granada abandonaría así la pobreza industrial que nos caracteriza y se proyectaría hacia el futuro, alcanzando definitivamente el tren de la industrialización próspera y moderna.

El concurso público recayó en un equipo granadino que contaba con arquitectos, ingenieros industriales y de caminos, médicos de la Escuela Andaluza de Salud Pública, físicos-químicos de la Universidad y otros científicos e investigadores. Todo pintaba muy bien y Granada se felicitaba por ello. Pero, la Administración Autonómica quería hacer un hospital.

A la vuelta de la esquina se apilaban los intereses de unos pocos que, apoyados por responsables políticos más la colaboración entusiasta de la Fundación Campus de la Salud, consiguieron arrebatar el control del proyecto técnico al equipo granadino, ganador del concurso, designando al frente del mismo a un ‘hábil’ técnico que daría lugar al cambio del uso del suelo previsto para el Campus, a suelo residencial. Esta rápida transformación tuvo la aquiescencia de la mayoría puesto que se advertía de que serían viviendas para el personal sanitario al servicio del Campus de la Salud. La finalidad de éstas, que inmediatamente pasaron a ser viviendas de lujo, era la financiación del ya reducido Campus de la Salud, puesto que la Administración nunca dio muestras de querer tirar de este carro mediante las correspondientes inversiones realizadas en los plazos razonables. (La Universidad Pablo Olavide de Sevilla y el Parque Tecnológico de Málaga, coetáneos de nuestro Campus de la Salud, llevan años funcionando).

Casualmente las zonas que se redujeron eran las más sensibles al desarrollo económico de Granada en las que se ubicarían los centros pilotos de la empresas de tecnología avanzada que podrían, como después se ha demostrado, acudir a la cita con el desarrollo de la biotecnología. Los beneficios económicos conseguidos, seguramente fueron rápidos y de escasa difusión.

Al quedar el Campus de la Salud tan reducido, se plantea su primera ampliación. ¿Por qué no usar, entonces, algunas parcelas de las facultades que quedan por hacer para construir hoteles? Eso sí, pero que sean dedicados a la salud. ¿Que más nos da que la ampliación vaya por la vega? Pero, ¿qué pasará con los nuevos terrenos que se asignen? ¿Se repetirá la historia y volverá la Fundación Campus de la Salud a realizar una operación similar con la justificación de la ampliación? ¿Los flecos dan terror! Todavía se encuentran en activo muchos de los responsables políticos, lejanos y próximos, alguno muy próximo al Campus, de aquella manipulación. Y, para no perder tiempo, ya se anuncia en la prensa una segunda ampliación. Lo que da juego, da juego. En el Parque Tecnológico de la Salud, nuestro Campus de la Salud, cabe todo. Solo depende del nombre que se le asigne.

Esta entrada fue publicada en Artículos de Opinión. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*


*

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>