Rosa Aguilar abre la opción a soterrar el Metro por el Zaidín tras año y medio de disputas

Publicado en Granada Hoy el 03/07/2009.

La consejera de Obras Públicas y el alcalde de Granada se reúnen el 13 de julio en Sevilla para estudiar la “mejor solución” sobre el trazado del Metropolitano en la zona.La historia del Metro de Granada podría dar un giro de 180 grados si finalmente la consejera de Obras Públicas accediera a la petición del Ayuntamiento de Granada de soterrarlo en el Zaidín. Rosa Aguilar pisó ayer tierras granadinas para “tirar por tierra” más de un año y medio de polémica y negativas por parte de sus predecesores y dejó abierta la puerta del soterramiento en el cruce Avenida de América con Andrés Segovia. Un tramo que, hasta el momento, estaba cerrado y con las máquinas a punto de entrar en acción. Finalmente -y tras una segunda reunión entre la consejera y el alcalde que se debería de haber celebrado en la tarde de ayer-, se acordó cerrar un encuentro para el próximo 13 de julio en Sevilla, donde ambos responsables “buscarán la mejor solución” sobre el paso del Metropolitano por el Zaidín.
El cronómetro del Metro se puso ayer en el minuto cero cuando la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, anunció en el salón de plenos del Ayuntamiento que “todas las opciones del paso del Metro por el Zaidín estaban abiertas y que su intención era llegar a un acuerdo que favoreciera a la ciudad y a los granadinos”. La única tónica que respetó Aguilar de los discursos de sus ex-compañeros en el cargo fue decir que “la decisión de cambiar el proyecto del metro ligero aprobado por la Junta -en esta zona va en superficie según el proyecto inicialmente aprobado- no depende de una cuestión económica”.
Tanto se desmarcó la nueva consejera de la posición marcada por el anterior responsable, Luis García, e incluso, del anterior presidente de la Junta, Manuel Chaves -que tenían más que clara la negativa al respecto-, que solicitó al alcalde ir a pie de obra y conocer en directo las diferentes alternativas que se barajan al respecto.
Fue allí donde Rosa Torres se mostró más receptiva a la opción municipal. El alcalde, junto al responsable de obras municipales, Manuel Lorente, le intentaron convencer “por activa y por pasiva” de la necesidad del soterramiento del Metro en la intersección de Avenida de América y Andrés Segovia. Sus razones son las que llevan esgrimiendo desde hace año y medio: el caos de tráfico que se genera en una zona que soporta más de 14.000 vehículos a la hora; la estrechez con la que se van a quedar las aceras si el Metro pasa en superficie y tiene que convivir con otros medios y la falta de paradas con las que se queda el Metropolitano en el Zaidín. Pero se guardó una razón más. “Por esta calle también tiene que pasar la línea de alta capacidad que proyecta el Ayuntamiento, así que mejor si es soterrado para no generar más caos”.
La consejera, que en su primera visita institucional demostró tener una paciencia de órdago, escuchó todas las opiniones vertidas a pie de obra por los técnicos de ambas administraciones y dio muestras de convencimiento en determinados aspectos. Uno de ellos en el traslado de una de las estaciones del metro ligero, concretamente, llevar la estación de la Hípica a la altura del ambulatorio del Zaidín. Eso sí, este cambio implicaría que esta estación también dejaría de ser en superficie para pasar a soterrada. Aunque nada de lo anterior se confirmó.
Sin duda, los que se mostraban más contrariados por la insistencia municipal a la consejera eran los técnicos de la Junta -el ingeniero de la obra- y el de Ferrocarriles de Andalucía, además del propio gerente del Metro, Francisco Espinosa. Ellos dejaron claro que los cambios que solicitaba el regidor podrían llegar a incrementar el coste más de 40 millones y prolongar las obras entre 12 y 15 meses más. Lo preocupante de esta ampliación de plazo es que no sería para avanzar en el proyecto, sino, para “desandar todo lo andado” y quitar, entre otras cosas, todo el pilotaje que ya se ha establecido en la Avenida de América, además, de modificar todas las conducciones de saneamiento que se cerraron hace unos meses. Algo que, a estas alturas del proyecto, provocaría las quejas de los vecinos que llevan meses sufriendo las obras.
Otros ciudadanos que se quejan por el retraso en los trabajos son los empresarios del Polígono Juncaril. Al respecto de éste y de otros tipos de retrasos en la ejecución de algunos tramos de la infraestructura, Aguilar explicó que “en este tipo de obras a veces surgen imponderables que hay que acometer”, asegurando que “siempre” que se produce un retraso la Junta pide explicaciones a la empresa encargada de las obras y “todos ellos tienen su motivo o explicación técnica”. Al hilo de este asunto, dijo comprender el malestar de los comerciantes, a los que luego aseguró en una reunión “que el único objetivo que tiene es trabajar por el interés de los ciudadanos”. Quizás sea -como la propia consejera dijo ayer- porque los “municipalistas somos muy tozudos” o quizás, simplemente, “porque quiero que Granada tenga un Metro de calidad culminado desde el diálogo, el acuerdo, la colaboración institucional y la lealtad política” por lo que después de todo un año dando vueltas al soterramiento, Rosa Aguilar volvió a abrir la puerta de uno de los trazados más espinosos del Metropolitano.

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