Publicado en Ideal el 03/07/2009.
La consejera de Obras Públicas se preparó su primera visita institucional a Granada a conciencia. Llegó el miércoles –algo pachucha– y se pasó toda la tarde con su equipo documentándose sobre las infraestructuras pendientes de la ciudad. Nada de lo que dijo puede atribuirse por tanto al desconocimiento, aunque su respuesta en materia ferroviaria sonase desubicada. Ayer se volcó en una jornada maratoniana, con la que quiso escenificar una nueva «etapa de encuentros y acuerdos». Diálogo hubo –más que nunca– pero pocos compromisos concretos y ninguno en los temas más esperados. A pesar de que Rosa Aguilar intentó arreglarlo todo en un día, en Granada se encontró una herencia demasiado deslavazada.
No se puede decir que la visita fuera negativa cuando hasta el propio alcalde de la capital celebró el estilo de Rosa Aguilar. Fue ella la que planteó a Torres Hurtado ir al Zaidín para estudiar sobre el terreno las obras del metro cuando podía haber dado una larga cambiada. Pese a todo cumplió con todos los actos programados y, por la tarde, volvió a reunirse con sus técnicos durante cuatro horas para intentar darle a Torres Hurtado una respuesta a su propuesta de prolongar el soterramiento del metro por el Zaidín. No pudo, pero han quedado emplazados el día 13 en Sevilla para buscar la «mejor solución» y analizar «todas las alternativas posibles».
Este fue el asunto que copó la visita. Un tema que el Ayuntamiento expuso públicamente tal cual en junio de 2008. Sonó inoportuno, porque las obras de ese tramo estaban a punto de comenzar y el acuerdo global del metro se había cerrado en enero de 2005. Como ahora resulta incongruente que en un año no se haya zanjado este debate y las obras se hayan echado encima en ese trozo.
Todo abierto
Rosa Aguilar no dijo ayer ni que se soterra ni todo lo contrario. La novedad es que ha abierto una posibilidad que otros compañeros en el Gobierno andaluz habían descartado. Una alternativa –la de modificar otra vez el trazado del metro– que el PSOE rechaza tajantemente. «En ningún caso será problema el dinero. El metro va a suponer una inversión superior a 420 millones y le vamos a dar el impulso definitivo», defendió Aguilar.
Además de soterrar el cruce entre avenida América y Andrés Segovia para no interferir en el tráfico, el Ayuntamiento plantea sustituir la parada prevista en superficie en la Hípica por otra subterránea a la altura del cruce de la avenida de Dílar. Una posibilidad que se antoja lógica, porque es el único trayecto donde la distancia entre dos paradas es de 850 metros. El inconveniente es que la operación costaría –según los técnicos– alrededor de 15 millones de euros y supondría otro año de obra en un tramo que ya lleva ese tiempo en marcha.
Otros asuntos
Además del metro había otros dos asuntos sobre la mesa con dudas por despejar. Sobre el cierre del anillo la consejera tampoco es que pudiera decir mucho más de lo que dijo:que se prolongará otro mes el plazo de información pública para incluir las alegaciones que han llegado fuera de plazo. «Vamos a responderlas todas, no van a caer en saco roto», expresó.
Y la respuesta menos comprometida fue la que ofreció en materia ferroviaria. La pregunta no admitía muchas interpretaciones:«Se habla del futuro de dos corredores que son de su competencia, la conexión entre Granada y Motril y recuperar la línea entre Guadix y Almendricos. ¿Puede asegurar que se van a hacer?». Para empezar, Rosa Aguilar matizó que eso de que sea de su competencia es «relativo».
¿Y sobre el futuro?La consejera anunció que el 16 de julio se formará una comisión de trabajo con el Ministerio de Fomento para «abordar» el desarrollo del ferrocarril y para «ver cómo abrimos distintas posibilidades a cuestiones concretas». Ahí se hablará de las cercanías en Andalucía, con el objetivo de tener establecido un «plan de servicios» a final de año y contar en 2010 con un «modelo».
Lo que obvió la consejera es que el estudio de viabilidad del tren entre Granada y Motril lo encargó hace unos meses su propia Consejería. Como obvió que ya existen esos planes esos. Qué si no son el llamado POTA –que data del 29 de diciembre de 2006– y el PISTA –16 de septiembre de 2008–, ambos competencia de la Junta. En la página 90 del PISTAaparece entre los compromisos para los próximos cinco años el «estudio, por parte de la Junta, de nuevos corredores ferroviarios en la zona Oriental de Andalucía (Granada-Jaén, Granada-Motril y Granada-Levante». También está hecho el estudio de las cercanías, que calcula –página 100– que beneficie a 364.723 granadinos en un futuro próximo.