Publicado en La Opinión el 03/07/2009.
Aguilar admite que “todas las posibilidades están abiertas”, a pesar de la anterior oposición de Obras Públicas. Volverá a reunirse con el alcalde el día 13 para adoptar la solución definitiva.“Esto no es un pulso entre administraciones. Todas las posibilidades están abiertas”. Así volvió a abrir ayer la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, un tema que parecía zanjado desde hace tiempo: la negativa de la Junta a aceptar la imposición del Ayuntamiento para soterrar el metro a su paso por avenida de América, en el Zaidín. La consejera llegó a Granada con la intención de escenificar una “nueva etapa de entendimiento y encuentro”, como ella la calificó, con el Ayuntamiento de la capital.
Un encuentro que pasa ahora por recular y no descartar el soterramiento del metro como una opción más encima de la mesa. Nadie sabe si al final la Junta cederá –después de varias reuniones maratonianas no se llegó a ninguna conclusión–, pero el hecho de que Aguilar no se niegue en rotundo a la petición municipal es de por sí un cambio de rumbo. “Llegaremos a un acuerdo común para buscar la mejor solución para los granadinos”, señaló la consejera. Todo fueron buenas palabras, al menos ante las cámaras.
Las mismas cámaras que les acompañaron a una visita improvisada a la avenida de América, para ver sobre el terreno lo que supondría ampliar el paso subterráneo del metro hasta después del cruce con Andrés Segovia, como pretende la capital. Allí el alcalde sorprendió con una nueva petición: cambiar la ubicación de la parada de pasajeros prevista en la antigua Hípica por otra situada a la altura del ambulatorio del Zaidín. Torres Hurtado no pareció preocupado por que esa modificación pueda suponer un retraso de entre 12 y 15 meses –según las estimaciones realizadas ´in situ´ por los técnicos– y un sobrecoste económico. Tampoco por que todo lo realizado en el último año por los operarios, como el pilotaje completo de la avenida de América, no sirva de nada si finalmente se modifica la ubicación de la parada.
Después de debatir durante una media hora en plena calle, la consejera y el alcalde quedaron en contactar de nuevo por la tarde “porque yo tengo que hablar con mis técnicos”, dijo Aguilar. Y eso hizo durante varias horas, aunque al final no adoptó ninguna decisión concreta. Quizá la consejera escuchó los peros de sus propios técnicos de Obras Públicas, que ya durante la visita al Zaidín mostraron su oposición al soterramiento del metro. Pero lo cierto es que Aguilar llamó por teléfono a Torres Hurtado para convocarlo a un nuevo encuentro el día 13 en Sevilla, del que, según fuentes del Ayuntamiento, “saldrá algo decidido”. Después de un complicado día en Granada, con varias reuniones, visitas e incluso algo de fiebre, Rosa Aguilar se marchó dejando la sensación de que el trazado del metro por el Zaidín sigue en el aire varios años después de la aprobación del proyecto.