José Ramón Jiménez Cuesta.
El periódico “La Vanguardia” publica en su edición digital de 10 de Enero y escrita del 11 la siguiente noticia: “El Govern ultima un plan para trasladar agua de Almería y Francia en barcos”. La noticia es una cruel realidad, aunque parezca broma, y muestra los efectos dramáticos de la más absoluta incompetencia y falta de coherencia por parte de la Administración en la gestión de la sequía en España. Sí, la situación en el Pirineo oriental y en el área de Barcelona hará que si en Mayo no se ha normalizado el régimen de lluvias será necesario llevar agua a Cataluña en barco desde el Ródano (Francia) y la ¡desaladora de Carboneras (Almería)¡. La sequía es extrema. No habrá trasvase del Ebro, pero sí agua de Almería a Barcelona. Son los planes del tripartito que no sé si contarán con el apoyo del Gobierno Central y andaluz. El tripartito, por cierto, que claramente se oponía al trasvase del Ebro. La desfachatez llega a tal nivel, que desde el Gobierno catalán indican que la desaladora de Almería está infrautilizada y que, como pagarían el agua, ¡vendría a solucionar un serio problema que tiene la desaladora de Almería¡. Está claro, al final el problema es de Almería y la extrema sequía de Barcelona sería la solución para un problema almeriense.
Se abren además una serie de interrogantes, que me gustaría que respondieran algunos, entre otros, Iniciativa por Cataluña-Los Verdes, integrante del Gobern (unos “verdes” muy “verdes” para ellos, pero poco con los demás). ¿Quién y cómo compensará a todo el planeta y más particularmente al Sureste español por las emisones de CO2 de las plantas desaladoras y de los barcos transportando el agua?, ¿se llevarán la salmuera resultante del proceso en camiones a Cataluña (donde se consumirá el agua) para que no dañe nuestras costas?.
Sería bueno escuchar la opinión de todos los que se oponían al trasvase (y no es que esté a favor, la dureza de la sequía muestra que es una solución insuficiente y, como mucho, complementaria) y ahora quieren ese agua y, también, la opinión de todos los que les apoyaban. Si la solución de emergencia es esa, que se haga, nadie quiere que en Barcelona la gente no tenga el preciado líquido. Todo esto muestra que hay que ser más coherente (incluidos los del tripartito) ante los problemas graves y que en un tema tan vital como el agua, la gestión tiene que estar en manos del Gobierno Central sin dividir los ríos a trozos, según la comunidad autónoma que recorran. Y lo más importante, que nuestras autoridades no pueden seguir siendo tan incompetentes y deben planificar de manera consensuada los problemas cuya solución requiere más de 4 años. Los gobiernos centrales y autonómicos cambian pero los problemas para los ciudadanos siguen. Todo esto muestra una gran paradoja, los “viejos problemas” del agua y la energía, que incluso contribuyeron a la pérdida de civilizaciones antiguas, vuelven en pleno siglo XXI (en la era de internet, del espacio, de la biomedicina….) no sólo a estar en primer plano sino que constituirán el elemento clave para ver a dónde se dirige la humanidad (no sólo nuestro país) en el próximo siglo. Finalmente, demos las gracias a la Vega de Granada por almacenar tanta agua en el subsuelo, desde fuera de nuestra ciudad y provincia no habría traído nadie el agua para solucionarnos el problema estructural de las periódicas sequías.
“Ciudadanos por Granada”
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