La relativa posición de la verdad

Publicado en Ideal el 23/03/2008.

José Prados Osuna.

Han sido muchos los días que hemos soportado la presión de los partidos con sus campañas mediáticas. Ha sido buena la visión que se ha traslucido, subliminal, de actos, debates y enfrentamientos. Las pasiones humanas a veces dejan ver con transparencia el sentido de todo lo que se dice, una vez que se desnuda el cuerpo y queda ante las cámaras el hombre verdadero. No nos gusta que los debates queden concertados como si se tratase de enfrentamientos pugilísticos, tongos, preacuerdos y mercado de apuestas.

Es bueno que se nos refresque la memoria con artículos como el de Santiago Martín en esta sección y es bueno que Fulgencio Spa reconozca su pasión por el lado que sensibiliza su voto y sus pensamientos. Por ello, Fulgencio se preocupa de la Ley de Memoria Histórica que remueve a los muertos en sus sepulturas y no le parezca mal que la Jerarquía Obispal española traslade a los suyos elevándoles a los altares, pero dejando fuera personajes tan escandalosamente llamativos como el general Escobar, que prefirió que le fusilasen a faltar al juramento que hizo ante el Dios en el que creía.

He llegado a la conclusión de que la verdad es relativa, cuando tras la declaración de la misma subyacen pasiones ocultas.

Cada mañana hago firmes propósitos de no hablar de política cuando mi verdad se encuentra afecta de actos que puedan enturbiar mi mente y llevarme por el sendero de la pasión. Sin embargo cuando veo declaraciones como las que efectúa la concejala de Urbanismo, Sra. Nieto, a lo largo de su ya dilatada presencia en el ‘Salón de los Veinticuatro’, no es la pasión lo que motiva mi pluma, sino la perplejidad que incita al espíritu de Quevedo o de Valle Inclán que tenemos cada uno de los españoles. Me trae a colación, según sus propias declaraciones, la risa que le provoca cuando se le pregunta por el P-24 o el P-18, lo mala que puede ser cuando le tocan sus narices, la sorna y déficit de educación que prodigó en la reunión que con el Grupo Ciudadanos Por Granada demostró con Antonio Almagro, especialista e investigador de prestigio mundial del CESIC, en el asunto del Cuarto Real, llamando, de forma alterada, ‘panfleto’ al informe del investigador, en su misma presencia.

Ahora, para defender a sus fieles y sus propios actos, llama parciales y embusteros a la Fiscalía del TSJA, cuando su propio alcalde reconoce los hechos, aunque califique su verdad con el tamiz del tiempo, bálsamo que todo lo cura y que hace prescribir los delitos como los de los Albertos.

Relativa es también la verdad que se ilumina en las páginas de los periódicos con los patrimonios declarados. Pero, ¿quién les ha asegurado que a los ciudadanos nos interesen sus bienes? Al pueblo que no les vota y supuestamente al que les vota le interesa mucho más que sus bienes, el «cómo y cuándo», que como substantivos nos especifican lo que nos conviene saber a efectos de determinar la honestidad personal de cada uno de ellos. Y ese es el objetivo, examinar la bonhomía de los que pretenden administrar nuestro patrimonio colectivo.

Todo aquel que esté dispuesto a jugar con baraja limpia debe mostrársela a los demás, con la intención manifiesta de dejar clara su inocencia. No es procedimiento adecuado dejar sobre el tapiz verde la sospecha de que la justicia actúa con intencionalidad política o sin la escrupulosa independencia que, absolutamente todos, debemos dejar por sentado. La Sra. Nieto parece que se siente tocada en sus narices y para defender a los suyos, destruye el fiel de la balanza que nos garantiza la imparcialidad. Desgraciadamente en nuestro país pululan los abusos de los que administran el urbanismo, ya lo vemos y no podemos por menos que pedir y exigir no sólo que se castigue a los culpables, sino que se investigue para dejar clara la honestidad de los inocentes. Para ello está la justicia, los fiscales y el pueblo que vota y exige transparencia y buena fe para no poner trabas al mandato. A pesar de todo es poco presentable matar al mensajero, considerar que si una denuncia es presentada por un ‘particular’, deja entrever una verdad relativa o una mentira, o lo que es peor, una injusticia. Los señores constructores deben saber que la gran mayoría de los asuntos judiciales proceden de denuncias privadas y en nuestro país la mancebía urbanística entre políticos y empresarios es fuente de grandes escándalos, corrupciones, abusos y perjuicios. Para ejemplo, los asuntos de Marbella, Alhendín o los Ogíjares, que no han sido originados por agricultores o carpinteros.

La Sra. Nieto, teniendo en cuenta que no es precisamente la prudencia la virtud que le caracteriza, con un poco de mas calma, debería dar un voto de confianza a sus subordinados en presunción de inocencia y más respeto a la justicia, en la certeza de que sus actuaciones irán aclarando las entrañas de ese feo asunto, salvo que el nerviosismo que algunos demuestran estos días sea consecuencia del pánico que produciría el que las togas aparezcan bajo las alfombras, en algunos asuntos que están en la boca de los granadinos y que se escuchan en calles, aparcamientos y despachos de la ciudad.

En tanto para que la verdad sea absoluta y nunca relativa, ni más verdad, dejemos que la justicia actúe sin presiones, librándola del rastro que sin embargo pesa sobre los sospechosos

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