Publicado en Ideal el 18/01/2008.
El Ministerio de Industria alerta del riesgo de colapso en la red y la firma Sevillana-Endesa exige la ejecución de una nueva línea de alta tensión Las infraestructuras eléctricas con que cuenta la provincia no pueden aguantar el incesante incremento de la demanda, cerca de un 8% anual.El Ministerio de Industria ha acabado por reconocer lo que es una evidencia a ojos de las compañías eléctricas: un pequeño número de provincias del territorio nacional, entre las que se encuentra Granada, corren el riesgo de padecer un colapso eléctrico en un breve espacio de tiempo si no se toman medidas al respecto. O dicho de otra manera, Granada, Madrid, Alicante, Gerona y Santander apenas consiguen hacer frente a las puntas de demanda que exigen sus clientes. Y es en estas fechas de duro invierno cuando más palpable se hace el déficit.
La infraestructura eléctrica con que cuentan estas provincias es insuficiente a todas luces y Red Eléctrica Española (REE) precisa de nuevas instalaciones para que empresas como Sevillana-Endesa hagan frente con solvencia la situación venidera.
El informe ‘Planificación Energética a 2016′, elaborado por los técnicos del Ministerio de Industria, coloca a Granada como una de las provincias españolas donde es mayor el desequilibrio existente entre demanda de electricidad y capacidad de generación de la misma. El incesante incremento de la primera a un ritmo de un 8% anual, frente a la práctica parálisis de la segunda, han provocado con el paso de los años este desfase, que es preciso corregir y pronto. De hecho, Industria alerta que de no subsanarse tal situación la provincia granadina -como las otras antes mencionadas- puede verse abocada a no responder a coyunturas de elevada demanda o de fallos de elementos críticos del sistema. Algo que equivale a reconocer que en un momento dado, amplias zonas de la geografía provincial podrían carecer de un suministro energético vital. Quedar absolutamente a oscuras.
Pese a lo que pudiera parecer, el aviso del Gobierno no es la primera llamada de atención de que algo va mal y puede ir a peor. La propia empresa suministradora de electricidad en la provincia granadina, Sevillana-Endesa, ya alertó de esta situación meses atrás. Un mensaje que IDEAL recogió allá por abril con un amplio despliegue informativo y que estaba dirigido no sólo a sus lectores, sino también a las administraciones para que tomasen cartas en el asunto. Pues bien, transcurridos nueve meses desde que se publicara tal información, lo cierto es que la situación sigue tal y como estaba. Nada ha cambiado y nada parece indicar que lo vaya a hacer en el muy corto plazo. Así de sencillo y de dramático.
Segunda línea
A tenor de los estudios realizados por la citada suministradora de electricidad, la provincia granadina necesita de forma imperiosa una segunda línea de alta tensión de 220 kilovoltios. Si se ejecutara la misma, el suministro a los hogares y empresas granadinos estaría garantizado para los próximos 20 años a un ritmo de crecimiento de la demanda como el antes señalado. Esta gigantesca ‘autopista eléctrica’ tendría el mismo punto de enganche que la que está actualmente en servicio: la subestación de Caparacena.
Pero para que se ponga en marcha esta nueva infraestructura no vale tan sólo que Industria, la Consejería de Innovación, Red Eléctrica Española y Sevillana-Endesa consideren que es urgente su ejecución. No. Aquí intervienen también otras administraciones, los ayuntamientos, que son las que tienen que autorizar la implantación de gigantescas torres de tendido eléctrico en los municipios afectados. Y hasta el momento se han hecho los suecos, han dejado pasar las elecciones municipales temerosos de que una decisión de este calibre pudiera restar votos de sus ciudadanos. Ahora que ya ha pasado un tiempo más que prudencial, no tendrán más remedio que pronunciarse al respecto.
«Granada debe conocer que necesita esta nueva línea de alta tensión si no quiere enfrentarse a graves problemas de suministro de los que venimos advirtiendo desde hace tiempo», señala José Luis Pérez Mañas, director de Sevillana-Endesa en Granada. Como hiciera en el pasado mes de abril, Pérez Mañas resalta que aunque se ha perdido un tiempo precioso, todavía se está a tiempo para que se dé luz verde a REE en el nuevo tendido eléctrico y así evitar males mayores en dos o tres años. «Ésta es una prioridad que los alcaldes de los pueblos afectados por el trazado de esta línea de alta tensión deben aceptar, si no quieren que toda la provincia se enfrente con el paso del tiempo a fallos en el suministro que no podremos identificar con averías u otras incidencias, sino con la carencia de una infraestructura vital», agrega el directivo de Sevillana-Endesa.
«La nueva línea de alta tensión vendría a completar la que REE tiene operativa en la provincia granadina. Se trata de una infraestructura de 400 kilovoltios (400.000 voltios), que parte de Tajo de la Encantada (Málaga) y discurre hasta Carboneras (Almería). De esta gigantesca ‘autopista eléctrica’ toma electricidad toda Granada a través del punto de enlace antes mencionado. Y es en Caparacena, precisamente, de donde partiría la nueva línea a ejecutar. Desde ese punto discurriría hasta la subestación de El Fargue cargada con los citados 220 kilovoltios. Esta infraestructura eléctrica inyectaría energía directamente a dos anillos de 66 kilovoltios cada uno, que son las ‘carreteras nacionales’ que engancharían con la ‘autopista eléctrica’ y desde las cuales se tomaría la energía necesaria para abastecer a todo el Área Metropolitana.
Consumo
Para justificar la necesidad de la nueva línea de alta tensión, Sevillana-Endesa esgrime un argumento ante el que no cabe discusión: el consumo de electricidad se dispara de un año para otro y hay que dar respuesta al mismo. Las gráficas con que cuenta la operadora son elocuentes: el pasado 25 de enero de 2007 se produjo un nuevo máximo histórico de potencia, con 703 megavatios registrados a las 20.00 horas. Un récord que sucedió a otro de apenas un mes antes, el 24 de diciembre, en el que se llegó a los 664 megavatios. Más recientemente, el pasado día 17 de diciembre se alcanzaron los 686 megavatios. A poco que se incremente el frío, se batirá a buen seguro el citado récord. «La progresión es claramente ascendente y llegará el momento en el que ponga a prueba nuestra capacidad de suministro, por ello nuestra obligación es estar preparados suficientemente para responder a las necesidades de nuestros clientes», subraya Pérez Mañas. El directivo exhibe las gráficas correspondientes del último cuatrienio 2004-2007 que demuestran lo afirmado y reflejan que la punta de potencia es cada vez más elevada, exige tener electricidad disponible para aguantar la mayor demanda.