El único tramo acondicionado para el AVE no sirve porque hay que cambiar el trazado

Las vías que arregló la Junta en 2003 y en las que invirtió 38,5 millones de euros hay que «desmantelarlas» porque el tren irá por otro sitio para sortear el acuífero aparecido en Loja.

Publicado en Ideal el 17/12/2008.

El tramo del AVE que pasa por Loja -unos 20 kilómetros en total- reúne un muestrario de infortunios y despropósitos. Basta con recordar su pasado inmediato para ver cosas que resultan increíbles desde que se empezó a tramitar en el año 2001, con Francisco Álvarez Cascos (PP) en el Ministerio de Fomento. Es el mismo tramo que hubo que modificar cuando ya se encontraba aprobado porque los planos que se usaron en el proyecto estaban tan desfasados que las vías pintadas atravesaban una urbanización. El nuevo recorrido para sortear las casas se aprueba en noviembre de 2005, ya con Magdalena Álvarez (PSOE) en el Ministerio. Sin embargo, al empezar los trabajos se descubre que por aquellos lares pasaba un acuífero y se plantea la posibilidad de cambiar el recorrido del tren. La «campaña de investigación» concluye en 2007 y resuelve que, efectivamente, las «incertidumbres hidrogeológicas» ponen en entredicho el proyecto tal y como estaba diseñado, especialmente la construcción del túnel del Hacho.

La propuesta del nuevo corredor se ha conocido en octubre, que es cuando está fechado el «documento de consulta ambiental», al que ha tenido acceso este periódico y del que están sacados los entrecomillados anteriores. Esto significa que todavía no está ni redactado el proyecto y que lo que había hecho no vale.

Hay otra consecuencia llamativa. El trabajo incorpora un mapa donde se mezclan el recorrido primitivo y el nuevo, a partir del cual se ha elaborado la infografía que acompaña a esta información. La llamada ‘variante de Loja’ -en su origen 9,5 kilómetros- en lugar de pasar por encima de la A-92 irá en paralelo a la autovía por el Sur. Obligará a construir una nueva estación en Loja ya que la actual -en la que se acaban de invertir 110.000 euros- quedará sin uso, igual que el apeadero de Riofrío.

El nuevo corredor -el doble más largo- se incorporará al trazado antiguo pasado Huétor Tájar, por lo que habrá que «desmantelar» -según información de Fomento- alrededor de 20 kilómetros de la línea férrea existente. Entre ellos, la mitad están ya acondicionados para la alta velocidad y la doble vía. Son los que reformó la Junta en 2003: el tramo entre Loja y Tocón, en el que invirtió 38,5 millones de euros. El único que a estas alturas estaba preparado entero para el AVE.

Fue el que suscitó una agria polémica en vísperas de las municipales de 2003 entre la Junta y Fomento, cuando Álvarez Cascos amenazó con llevar al Gobierno andaluz a los tribunales por hacer obras por su cuenta.

¿De qué ha servido?

«Nadie puede negar que una parte que se arregló no va a servir. La razón es que hay que cambiar el trazado. Es verdad. Pero aquella reforma fue acordada en su día por la Junta y el Gobierno no sin muchas tiranteces», recuerda el diputado socialista Manuel Pezzi. Tampoco es cierto que no haya servido de nada aquella inversión. Gracias a que se adecuaron las vías el viaje en Altaria a Madrid es hoy mucho más corto. Pero también es cierto que cuando esté el AVE los raíles pasarán a mejor vida: «Se quedarán para uso turístico o tendrán otro uso complementario», aventura Pezzi.

Para el PP significa «despreciar» una inversión pública con el pretexto de cambiar el trazado por otro que es una «barbaridad». «Si ya se tienen los estudios, está proyectada la estación y las expropiaciones hechas y pagadas, no entendemos este cambio tan brusco que, además, no da garantías de ser mejor», dijo el parlamentario andaluz Antonio Ayllón. Según el también vicepresidente del PP de Granada, el nuevo recorrido pondrá en «peligro» otro acuífero, el de Sierra Gorda, que abastece a los 20.000 habitantes de Loja; atravesará la cooperativa de aceite San Isidro, una empresa de aguas con 180 trabajadores, la zona industrial El Manzanil y una urbanización de Huétor Tájar con un centenar de vecinos.

La réplica. Pezzi precisa que el recorrido definitivo aún no se ha decidido y que nada de esto sucederá. El diputado socialista tilda de «esquizofrenia» la actitud de los populares y les recuerda que sus compañeros votaron a favor de esta última alternativa en el pleno celebrado en el Ayuntamiento de Loja. Rechaza también que el cambio de trazado sea -como interpreta el PP- una excusa para retrasar la llegada del AVE a Granada: «Es una acción sobrevenida. ¿Qué ventaja sacaría el Ministerio de Fomento haciendo un cambio tan radical? Pensar que es una estrategia política es de enanos mentales».

Retrasos

Ayllón insiste en que el cambio de trazado provocará un nuevo retraso y calcula que el tren tardará seis años en llegar a Granada. Su vaticinio se apoya en que la tramitación prácticamente se ha reiniciado y está a cero.

Pezzi asegura que está intentando que el tramo no se someta otra vez a declaración ambiental y se ‘convalide’ el que se redactó en su día para la A-92, ya que el tren pasará pegado. Por su parte, el alcalde lojeño, Miguel Castellano (PSOE), acusó al PP de mentir y recordó que, en el año 2000, el proyecto de Fomento consistía en una «simple mejora de la línea férrea y afectaba al casco urbano». Desde Convocatoria por Loja (Cpl) se solicita a Fomento un estudio de impacto de la nueva variante al pasar por la Sierra y piden un modelo en el que convivan la alta velocidad y las mercancías.

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