Publicado en Ideal el 22/08/2007.
Remedios Murillo, Ciudadanos por Granada, Mujeres por Granada.
Señor Director de IDEAL: En las páginas de su diario aparece un reportaje sobre casas bioclimáticas muy interesante. Nuestra civilización está en un momento en que se plantea una crisis energética grave y la necesidad perentoria de economizar en calefacción y aire acondicionado si no queremos contaminar en demasía un medio ambiente que empieza a encender las luces de alarma ante una situación que pronto podrá ser crítica e irreversible. Como le decía, es un reportaje oportuno y una llamada de atención a otras alternativas de interés. Pero aquí viene lo más interesante de la noticia: En Granada hemos tenido el ejemplo más llamativo de casas bioclimáticas del mundo, a más de dos mil metros de altitud, en las cumbres de Sierra Nevada, han permanecido durante casi veinte años unas casas singulares, tres, que han sido estudiadas, testadas y controladas oficialmente y que en invierno y verano no han cambiado su temperatura interior de los veinte grados de temperatura, sin ningún aporte de energía añadido para su climatización.
Desde estas mismas páginas, no fuimos pocas las voces que se levantaron pidiéndole al alcalde de Monachil la no demolición de edificios tan singulares e incluso solicitando de la Universidad que se hiciese con la propiedad con objeto de establecer allí un laboratorio especializado en el estudio de arquitecturas alternativas y economicistas, energéticamente hablando. Todo fue inútil, y hoy, cuando leemos que vendrán de otras provincias a impartirnos novedosas tecnologías, no podemos por menos que volver a felicitar al padre de las casas bioclimáticas, el ingeniero, Feliciano García, y a desearle desde estas líneas que sea profeta en China y en EE UU ya que en su tierra fue desoído. Gracias, porque imagino que su patente triunfará lejos, aunque como en tantas otras cosas Granada siga despreciando lo propio y siguiendo a otros ‘profetas’. Atentamente.
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