El Gobierno no encuentra nada a favor del proyecto y se extraña de que haya llegado tan lejos. La Junta, que tiene la última palabra, admite que sería un «riesgo innecesario» dar luz verde.
Publicado en Ideal el 18/10/2007.
En noviembre de 2005 el director de Cetursa, Mariano Gutiérrez Terrón, viajó a Austria con el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y el ex concejal de Urbanismo, Luis Gerardo García-Royo, para ver in situ un teleférico parecido al que un grupo de empresarios quería construir entre la capital y Sierra Nevada. En el entorno socialista algunos pensaron que Mariano había corrido demasiado.Pero no fue sólo Gutiérrez Terrón el que se subió a la ola del teleférico, que se había concebido como el más largo del mundo, con 19 kilómetros y una capacidad para transportar hasta 3.000 personas a la hora. Por poner un ejemplo, el propio consejero de Innovación -responsable de la Junta en Sierra Nevada-, Francisco Vallejo, respaldó en público el proyecto del telecabina, aunque sin entrar en aspectos técnicos.
Pero el funicular tuvo desde el inicio la sombra del impacto medioambiental como su mayor escollo. El proyecto lleva un año en la Consejería de Obras Públicas, que es quien tiene que autorizar la obra. Antes necesita que la Consejería de Medio Ambiente conceda la declaración de impacto medioambiental. Si este informe resulta desfavorable, adiós teleférico tal y como está concebido.
Medio Ambiente ha pedido opinión de la Unesco, a la Comisión europea y a la red de Parques Nacionales, organismo que depende del Gobierno. A finales de septiembre la Junta ya pidió a los empresarios que revisaran el proyecto para corregir algunas «deficiencias importantes».
Ahora ha trascendido el informe -no vinculante- de Parques Nacionales, que ayer avanzó ‘El País’. En grandes líneas, el organismo recomienda que se rechace el teleférico porque va en contra del Parque Nacional de Sierra Nevada, que está declarado reserva de la biosfera.
El informe, al que ha tenido acceso IDEAL, no puede ser más contundente: «No parece fácil encontrar argumentos favorables a la actuación». El Gobierno considera que el teleférico, aunque no pasa por suelo del Parque Nacional, se ciñe al borde como «reclamo publicitario» y alimenta «expectativas asociadas a la puesta en marcha del proyecto sobre espacios colindantes».
Riesgo económico
Parques Nacionales advierte de que se trata de un proyecto «estrictamente privado, de interés meramente comercial y alto riesgo económico», que busca «apoyo emocional en sentimiento locales encontrados» para entrar en un espacio de «interés general de la nación». En resumen, el teleférico entraña demasiado riesgo económico, urbanístico y ambiental, según el informe del Gobierno. «No reviste ni utilidad pública ni interés social ni responde a una necesidad colectiva», concluye.
En fin, que el Gobierno se sorprende que el proyecto haya «conseguido alcanzar el nivel de tramitación en donde actualmente se encuentra».
Pese a todo, el informe del Gobierno no es definitivo. La Consejería de Medio Ambiente tendrá la última palabra. Aunque la consejera Fuensanta Coves anticipó ayer por dónde irá la decisión: «Sería un riesgo innecesario para la Junta hacer una declaración de impacto en un sentido contrario a lo que dice el informe (de Parques Nacionales), ya que podríamos perder la catalogación de reserva de la biosfera», declaró a Europa Press. Coves valoró que el informe del Gobierno «apoya la posición de la Junta» y añadió, no obstante, que aún faltan algunas certificaciones para tomar la decisión final.
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