Publicado en La Opinión el 24/10/2008.
Remedios Murillo Cubillas es Coordinadora de Mujeres y Ciudadanos por Granada.
Recordado Alcalde, el tiempo pasa y ya hace muchos años que desapareció su presencia real, morfológica, el soporte que sustentaba lo que conocemos por vida, pero hay ausencias que dejan huellas indelebles, modos de actuar que merecen seguirse y aspiraciones que deben continuar. Su gran amor a Granada sabemos que no murió con usted, que sigue flotando en una ciudad que continúa necesitando cabezas y sensibilidades como la suya. Por eso la finalidad de esta carta, lanzada hacia ese espacio desconocido donde puede habitar la inspiración, es para rogarle que guíe a su nieto Javier Gallego Roca, que aliado con otro arquitecto de vanguardia han desembarcado en uno de los proyectos más delicados, queridos e inútilmente polémicos de nuestra ciudad, donde está en juego la posibilidad de tener una nueva Alhambra en la Plaza de los Campos.
Ojalá hubiese sido usted el Alcalde de Granada en este momento, con la profundidad de sus conocimientos artísticos, estamos seguros de que hubiera echado mano de auténticos especialistas en arquitectura islámica (independientemente del amor familiar) y, sin lugar a dudas, habría mandado derruir el feo caserón, sin valor, que enmascara la qubba, joya protagonista del conjunto de jardines, palacios y huertos nazaríes (pre-nazaríes) más singular que existe en Occidente. Estamos seguros de que para usted la “utilidad” ( palabra odiosa para estas ocasiones) de este monumento sería trasmitir la belleza, el arte y el estilo de una época, sin necesidad de esa utilidad de la que se nos habla, de talleres, despachos o almacenes.
D. Antonio Gallego Burín, se lo ruego, ponga en alerta su transmisión genética, inspire y tutele a este equipo, porque mucho nos tememos que la elección no haya sido la más idónea, ni la más justa, y, sinceramente, nos da miedo el resultado final. Usted sabe que sin Torrés Balbás no habría Ahlambra, con su nieto, no sé si habrá Cuarto Real.
No entendemos que personas que tienen que juzgar en la Comisión de Patrimonio sean las mismas que concursen para hacerse con el proyecto.