Publicado en Ideal el 25/04/2007.
Fernando Egea Fernández Montesinos. Candidato a la Alcaldía del PA
EL año pasado el PA propuso una serie de medidas para cambiar completamente la celebración del día de la Cruz. Queríamos hacer posible la recuperación de las cruces artísticas, casi perdidas, y la celebración de la tradicional fiesta sin el botellón en que ha degenerado los últimos años. El Partido Andalucista montó una Cruz sin barra, la única de las catorce, para demostrar que es posible recuperar la fiesta. Entre las propuestas para cambiar la festividad estaban la de recompensar económicamente a todas las cruces que se montaran con gusto y calidad, aumentar los premios y editar un folleto que guiara a propios y extraños para saber dónde están ubicadas las cruces. Estas premisas han sido copiadas literalmente por la Comisión del día de la Cruz. Nos felicitamos por ello. En dichas aportaciones del PA no se encontraba la eliminación total de las barras. Que curioso que en la Comisión, donde han estado todos, no estuvieran invitados precisamente los colectivos que han seguido en estos años montando cruces tradicionales.
Para salvar a la ciudad de la locura que padecía la plaza de Gracia o la de Derecho se han prohibido todas las barras. Lo lógico habría sido prohibir aquellas que no cumplen y no respetan el espíritu de la fiesta. Un Ayuntamiento capaz y valiente debe saber decir que no a quien no se lo merece. Sin embargo, en esto han pagado justos por pecadores. Nada temían los ciudadanos sino todo lo contrario de esas cruces con ambiente tranquilo, de familiares o de vecinos, donde disfrutaban de unas raciones y refrescos sentados junto a una buena cruz. Ahí tenemos los casos de las cruces organizadas por algunas cofradías, vecinos, grupos scouts o asociaciones como la del Síndrome de Down, por ejemplo. Además es de esperar que el Ayuntamiento tarde menos en abonar las dotaciones económicas establecidas para estas cruces a sus montadores que en devolver la fianza exigida el 2006. Algunos colectivos aún esperan desde hace un año la devolución de un dinero que es suyo.
Por otra parte el macrobotellón que organizó el Consistorio el año pasado debe evitarse este año. El Ayuntamiento confundió habilitar espacios para los ‘botelloneros inevitables’ con fomentar e incentivar el fenómeno. Sacar a concurso las barras para el botellón es una forma de dar respaldo público e invitar a todos los jóvenes a que acudan. Los padres de toda España no tienen argumentos para exigirle a sus hijos que no vayan al botellón de Granada cuando se trata de algo ‘organizado y fomentado desde una institución pública’. Por lo tanto, habilitar sitios sí. Regular la higiene del lugar con contenedores, servicios, seguridad y evitar los ruidos a los ciudadanos, también. Respaldar el botellón desde una institución pública, no.
Una vez consolidado el sistema que hemos puesto en marcha y ahuyentados los botelloneros, la ciudad podría salir muy beneficiada de celebrar el día de la cruz el primer fin de semana de mayo. Con esta elección se beneficiaría a todos los sectores implicados: A los vecinos, ya que no es lo mismo soportar la música un miércoles y un jueves que un viernes y un sábado. Al turismo, realizando una campaña de promoción en el exterior y llenando los hoteles de la ciudad. Tenemos mucho que ofrecer ¿por qué esconderlo en un día laborable y entre semana? Beneficiaríamos también a las asociaciones de vecinos, ONG, etc, que montan las cruces y las desmontan, trabajo meritorio. A los granadinos, que podrán disfrutar de la fiesta, pues el hecho de caer en día de trabajo impide o trastorna jornadas y horarios. En todo caso, permitir las cruces el día tres solamente y prohibir montar la Cruz el día 1, día festivo idóneo para esta labor, no tienen sentido.
EL PA predicará con el ejemplo y levantará una Cruz artística granadina a la que estáis todos invitados. Intentaremos que no se le pueda poner un pero, vosotros diréis.
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