Publicado en Ideal el 08/11/2008.
M.ª Ángeles Feixas Ferro.
Sr. Director de IDEAL: Ante la polémica (razonable en este caso), surgida con motivo de la posible venta de patrimonio por parte de nuestro Ayuntamiento, quisiera manifestar mi oposición a tal despropósito como propietaria, en parte, de dichos bienes.
Me considero una ciudadana responsable y atenta a todo cuanto ocurre en nuestra Granada; por tanto, no pretendo enredar ni incordiar, sólo levanto mi voz para manifestar mi rechazo a decisiones políticas tan descabelladas como la que nos ocupa.
Es Granada una ciudad pasota ‘ad nauseam’ -sí, hasta la náusea-. Una ciudad reducida a comentarios no más allá del cuarto de estar o a la barra de un bar y es por ello que nuestros políticos nos consideran votantes y después súbditos sin derecho a réplica: ¿Así nos va!
Gracias al mejor alcalde de Granada (hasta donde mi memoria alcanza), Don Antonio Gallego Burín, cuenta nuestra ciudad entre su patrimonio con ese magnífico palacio que es la Casa de Agreda, adquirida con mucho esfuerzo, en una época económicamente crítica pero había imaginación y buen hacer. Por favor, no la venda, señor alcalde. Ábrala y conviértala en ese museo de la ciudad que ciudades de menos categoría ya poseen y que todos disfrutaríamos por continente (me consta porque la conozco) y contenido. Piénselo, sería para siempre un buen recuerdo. Insisto, el patrimonio de Granada no se vende.
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