Publicado en Granada Hoy el 22/03/2007
La Policía Local activa a las 15.00 horas de hoy el dispositivo anti-botellón del día de la primera con el objetivo de disuadir las concentraciones juveniles a base de sanciones. Cerca de mil agentes -entre policías nacionales y locales- tomarán la ciudad organizados en diferentes patrullas y turnos. “El control será completo”, garantizó ayer el portavoz de la Policía Local, Mariano Valbuena. Los efectivos controlarán de cerca zonas habituales de botellón como la plaza de la Universidad, el Bajo Albaicín, Plaza Einstein y Plaza de Toros, pero no olvidarán espacios que poco toman relevancia en las concentraciones como es el caso de la Plaza de Gracia y la zona centro o algunos puntos del Zaidín.
Entre los puntos neurálgicos de especial vigilancia se encuentra el recién inaugurado espacio de ocio de Méndez Nuñez conocido popularmente como “botellódromo” y que, después del día 25, será el único recinto urbano donde los jóvenes podrán beber. “Será dentro de una semana cuando el recinto esté abierto para este tipo de actividades, aunque para el resto de usos ya esté disponible”, comentó el edil de juventud, Juan Antonio Fuentes, el día de su apertura.
El último aviso municipal que alerta de la prohibición del “macrobotellón” convocado para mañana se hizo hace escasos días en forma de bando. En el texto oficial, el alcalde, José Torres Hurtado, insistió en la denegación de cualquier tipo de autorización para celebrar actividades de ocio, en todo el término municipal de Granada del 23 al 25 de marzo, y apostillaba que la Policía Local en su ejercicio de vigilancia impondrá las sanciones correspondientes en caso de vulnerar dicho bando. Y así va a ser.
Las sanciones económicas, tanto las estipuladas por la ley Autonómica 7/2006 sobre potestades administrativas en materia de ocio de la Junta de Andalucía como por la ordenanza municipal de limpieza, serán una de las armas implacables para evitar las concentraciones juveniles en cualquier punto de la ciudad. Un argumento importante para el colectivo de los jóvenes, si se tiene en cuenta que las sanciones que se pueden imponer oscilan desde los trescientos a los sesenta mil euros de multa. El Ayuntamiento se ha propuesto que la anunciada macrofiesta de la primavera “no perturbe la vida ciudadana y no dañe la imagen de la ciudad” -algo muy peligroso a pocos meses de las elecciones- y utilizará todos los medios posibles para conseguirlo.
Y es que a pesar de la prohibición y de la organización del Ayuntamiento que, incluso, ha contado con la colaboración de la Subdelegación del Gobierno, por ejemplo, en el aviso a unidades policiales de ciudades cercanas como Jaén, Málaga o Almería, nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá a partir de esta tarde y mañana.
Los correos electrónicos que convocaban a los jóvenes a venir a la ciudad para dar la bienvenida a la primavera -y que fueron objeto de una gran polémica política que acabó en la Fiscalía-, no han dejado de circular y, entre los jóvenes, ante la amenaza de lluvia se barajan otras posibilidades como la de hacer botellones en pisos o zonas privadas, para continuar, posteriormente, la fiesta en la calle, con las posibles consecuencias que puedan tener estas medidas alternativas. A escasas horas del esperado día, sólo cabe esperar.