El despliegue policial para evitar el comienzo del macrobotellón se encuentra con las plazas vacías

Publicado en Granada Hoy el 23/03/2007.

El día previo a la convocatoria del macrobotellón de la primavera se cerró con los agentes desplegados por la calle sin botellón que controlar. El dispositivo, que se puso en marcha a las 15.00 horas, posicionó a la Policía en epicentros de botellones anteriores y, ante el despliegue, los jóvenes decidieron ir a clase un jueves frío.

Las calles en las que el año pasado se intuía el ambiente botellonero, con jóvenes con bolsas y carros cargados de bebidas alcohólicas, ayer simplemente mostraban el paisaje común al resto del año. Camino de Ronda, Fuentenueva, Plaza Einstein y aledaños de Hipercor tenían el ajetreo normal de un jueves laborable. Pero sin rastro de botellón.

En el antaño botellódromo de la Huerta del Rasillo, en lugar de las jaimas habilitadas el año pasado por el Ayuntamiento se levantaban la carpa del Gran Circo Mundial. Y en lugar de jóvenes borrachos, niños con algodón de azúcar. En la rotonda de Hipercor, el atasco de siempre en hora punta y, bajo la Circunvalación, un grupo ensayando con sus timbales, lo único que recordaba vagamente a la convocatoria del año pasado, cuando unos 30.000 jóvenes tomaron el Rasillo botella en mano con la excusa de celebrar la llegada de la primavera.

En los alrededores de Hipercor, la presencia policial se dejaba notar. Tres agentes municipales a caballo extrañaban a los viandantes que pretendían cruzar el paso de peatones de Arabial. A su lado, otros dos agentes a pie iban y venían desde esa esquina de Hipercor a la otra, con vistas al atasco y al botellódromo. “Qué bonito han dejado esto”, se sorprendía un joven al pasar junto a la plaza.

Camino al centro, otra pareja de la Policía Local controlaba la Plaza Einstein. Más allá de ese límite imaginario hasta llegar a Plaza Nueva, no había más patrullas estáticas. La plaza de Gran Capitán, la de la Universidad, Romanilla, la de las Pasiegas, Bib-Rambla, del Carmen y San Agustín se encontraban expeditas de agentes de la ley y de jóvenes ávidos de botellón, si bien varios coches patrullas circulaban por la zona más frecuentemente de lo habitual. En Plaza Nueva, lugar que hace en años anteriores al botellón organizado fue escenario incluso de batalla campal, un coche de la Policía Nacional hacía las veces de aviso a navegantes osados.

Los más de 900 agentes de la Policía Local y de la Nacional que ayer se desplegaron por la ciudad y que estarán presentes en las plazas hasta el domingo a las 15.00 horas tendrán una función preventiva como quizás la tuvieron ayer. Un grupo de jóvenes sentados al relente en la plaza Einstein aseguraban tener un conocido al que le había caído una multa por beber en la calle el pasado fin de semana y planteaban la posibilidad de practicar el botellón pero en casa. Menos frío, más comodidad y, con un poco de suerte, sin presencia policial. La vigilancia y el control se hace, por tanto, con la amenaza efectiva de la sanción económica 300 a 60.000 euros que establece la Ley Antibotellón y los 701 que fija la ordenanza municipal.

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