Publicado en Ideal el 17/10/2007.
La celebración por parte de los alumnos de la Facultad de Medicina del día de San Lucas, su patrón, es una tradición que cuenta con siglos de historia. La convocatoria de un macrobotellón en honor del médico evangelista, aunque más moderna, también puede considerarse una costumbre que acompaña a las celebraciones del inicio del curso.
Ayer, dos días antes del día de San Lucas -que el calendario fija el 18 de octubre- los estudiantes del cuarto curso de Medicina sacaron de sus clases a los novatos de primero y los embadurnaron, en el exterior del edificio, con una mezcla de harina, huevo y tomate que, según el decano del centro, José María Peinado, “marca la incorporación al mundo universitario”.
El decano, que se mostró poco partidario de las ‘borregadas’, recordó que este año el comportamiento de los alumnos “ha sido ejemplar”. Al menos en las cercanías de la Facultad de Medicina, donde los más de 450 asistentes, según Peinado, “ni hicieron botellón” ni formaron demasiado escándalo.
Sin embargo, tras abandonar la Facultad de Medicina, los alumnos se dirigieron, siguiendo la tradición, a la plaza de la Universidad, frente a la Facultad de Derecho. Allí, según explicó el decano de Derecho, Juan López, sí que hicieron botellón. Durante casi dos horas, los estudiantes, que no pudieron entrar en el edificio porque estaba cerrado, permanecieron en la plaza, hasta que, a instancias de la Policía Local, se dirigieron al botellódromo del Rasillo.
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