Publicado en Granada Hoy el 17/10/2007.
No hubo acuerdo ni atisbo de enmienda del alcalde de Granada, José Torres Hurtado, ante el ofrecimiento que personalmente le hizo ayer su homólogo de Armilla, Gerardo Sánchez, para que se sume a la Feria de Muestras de Armilla, y por consiguiente, desista de su intención de construir otro recinto ferial distinto al del municipio metropolitano. Poco sacó de provecho Gerardo Sánchez de su visita al Ayuntamiento de Granada, a parte de la “cordialidad” propia de este tipo de reuniones. Es más, Torres Hurtado lejos de amilanarse -mantiene que el equipamiento de Santa Juliana es de una categoría de segunda, perjudicial para las aspiraciones a las que debe mirar Granada- puso sobre la mesa del debate político sobre el futuro de la feria los terrenos de Bobadilla para levantar, en caso de que haya un acuerdo institucional, un nuevo espacio ferial.
Fue aquí, no obstante, cuando más patente quedó el aislamiento político del alcalde de la capital, con respecto al resto de instituciones, en manos del PSOE, implicadas en el devenir de Fermasa. De no prosperar -una posibilidad que hoy por hoy se da ya por una realidad- su propuesta dormirá el sueño de los justos. Porque, en este sentido, Torres Hurtado dejó claro que en este caso Granada, sola, no podrá abordarlo.
Eso sí, lanzó una seria advertencia a la Junta de Andalucía -Administración que ha mostrado su apoyo incondicional a Fermasa y que ya está negociando su aportación económica para la ampliación de Santa Juliana-. “Será la sociedad granadina la que, finalmente, responda y diga si quiere un proyecto de feria de primera, como la que yo propongo, o bien un recinto ferial de un nivel muchísimo más bajo”, expuso en relación a Fermasa.
Y de ahí pasó a reprocharle que, en ciudades como Málaga y Sevilla, apueste e invierta en grandes ferias de muestras, y en Granada se quede con el proyecto “en el que menos dinero tiene que gastar”, señaló. En este sentido aportó como ejemplo de las diferencias entre sendos espacios, los más de 140.000 metros cuadrados con los que contará Sevilla una vez que culmine la ampliación de su recinto ferial, frente a los 55.000 que, según las previsiones del Ayuntamiento de Armilla, contará Santa Juliana una vez que culmine su expansión.
Para Torres Hurtado, el futuro recinto ferial de Granada, que “no tiene por qué ubicarse en la capital”, insistió, debería contar con una superficie de “al menos 120.000 o 130.000 metros cuadrados” y dejar de lado su vinculación a Armilla para llamarse de Granada. No fue, en cambio, según expuso Torres Hurtado tras la reunión, una idea compartida por Gerardo Sánchez, que defendió en todo momento la idoniedad de que la feria no se mueva de Armilla, entre otras cosas, dijo porque “tras 30 años de actividad, parece lo más razonable mantener las actuales instalaciones”.
Pero, además el máximo responsable del municipio metropolitano, destacó su privilegiada ubicación, cerca del Palacio de Congresos, de la Circunvalación y en un futuro del Metro. Eso sí, no negó que requiere de “una importante remodelación”.