Los jóvenes españoles se citan cada vez más para consumir alcohol «de forma compulsiva» Un informe revela que el 65% de los adolescentes «ve normal» beber.
Publicado en Ideal el 17/11/2007.
En los últimos años, el número de adolescentes que asegura practicar el botellón cada semana se ha duplicado en España. Además, el 65% de los adolescentes españoles de entre 14 y 18 años de edad considera que consumir alcohol es algo «normal». Son dos de las conclusiones contenidas en el estudio ‘Los adolescentes ante el alcohol. La mirada de los padres y madres’ de la Fundación La Caixa sobre el consumo de alcohol entre la juventud española.
El informe revela que los adolescentes beben de forma «rápida» y «abundante» durante los fines de semana y que mantienen hacia la bebida unas motivaciones y expectativas muy diferentes a las de los adultos. «No aumenta el número de adolescentes que hacen botellón, sino la frecuencia con la que éstos se reúnen para beber», afirmó el director técnico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y director del texto, Eusebio Megías Quirós.
Según este estudio, las medidas que las instituciones han tomado para la prohibición o control del botellón se han encaminado más hacia cuestiones de orden público que a la defensa de la salud de los ciudadanos y, en concreto, de los adolescentes. «Para algunos, si los botellones se trasladaran a las afueras del núcleo urbano, ya dejarían de ser un problema», señaló el experto en drogadicción.
En cuanto a las motivaciones que «socialmente» se asignan a la realización del botellón -como ahorro de dinero o la mayor calidad del producto que se ingiere-, el director del estudio sostuvo que estos argumentos explicativos están por debajo de otras motivaciones como «la apropiación (por los jóvenes) de un espacio grupal, el establecimiento de sus propias normas y una forma de relación que determina una provocación en los adultos, de los que quieren diferenciarse», argumentó.
Otro aspecto que viene a confirmar el aumento del consumo de alcohol entre los jóvenes es que, según este estudio, el 65% de adolescentes entre 14 y 18 años considera que es una práctica «normal». En este sentido, el director técnico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción sostuvo que «la inmensa mayoría de chicos y chicas han incorporado el alcohol a sus ritos de ocio» en un contexto social, dijo, que «rechaza el alcoholismo formalmente, pero que acepta la embriaguez jovial», añadió.
Megías negó que, desde los años 90, que es cuando se «institucionaliza» el modelo de consumo juvenil de alcohol, la edad de iniciación al consumo de alcohol sea cada vez más baja (14 años) sino que, de nuevo, alertó que «aumenta la frecuencia con que se bebe».
El papel de los padres
El trabajo pone de manifiesto también que, aunque los progenitores son conscientes de la existencia del consumo de alcohol como una problema real, «evitan tratarlo directamente con sus hijos por considerarlo precipitado antes de que se produzca, e inútil cuando ya se ha presentado», en palabras de Megías. «Los padres asumen como inevitable que sus propios hijos beban alcohol y llegan a justificar esta actitud como parte de un proceso de maduración que podrían entenderse como positivo», afirmó el experto.
Los autores del estudio apuntan que las estrategias de los padres para canalizar su «preocupación» sobre el asunto del ‘botellón’ no deben ser las de erigirse en responsables del consumo de alcohol de sus hijos, sino fomentar acciones destinadas a fortalecer y apoyar el proceso de maduración de los adolescentes a través de valores como la autorresponsabilidad y el espíritu crítico.
Debut a los 13 o los 14
También hay algunas razones para una moderada esperanza. El porcentaje de bebedores de 16 años en el último mes en España es inferior al de Austria o Dinamarca, pero superior a los índices de Italia y Francia, donde el consumo del alcohol es también un gesto muy social. El informe de La Caixa constata una incorporación al alcohol cada vez más prematura e incontrolada por los padres (los jóvenes españoles debutan entre los 13 y los 14 años) y patentiza la igualdad de sexos en esta cuestión. En resumen, al final de la adolescencia, la inmensa mayoría de chicos y chicas han incorporado el alcohol a sus ritos de ocio.