Sr. Director:
Quisiera felicitarle por la extensa y continúa información que dedica en las páginas de su periódico al devenir de la línea de alta velocidad Granada – Antequera Santa Ana.
Es una obra polémica desde que se inició, ya que ha pasado por la mano de cuatro legislaturas, de diferentes ideologías, su planificación, licitación, adjudicación y ejecución. Aún hoy se le siguen poniendo trabas de todo tipo para que su conclusión se demore mucho más en el tiempo.
Creemos que actualmente lo más importante es que exista el compromiso firme del titular del Ministerio de Fomento del nuevo Gobierno, y que asegure tres cosas: la construcción de los tres tramos pendientes en el paso por Loja, el soterramiento en la entrada a Granada por el barrio de La Chana y una estación de tren a la altura de una ciudad centenaria y monumental como Granada.
Desde marzo del año pasado, a raíz del comienzo de la adaptación al tercer carril en Loja y en Granada, se ha suspendido el servicio ferroviario entre Granada y Antequera. El mal planteamiento y el retraso en la ejecución de estas obras ha tenido como consecuencia que hasta septiembre no se hayan comenzado, por lo que se ha perdido nada menos que medio año de ejecución en las mismas y, lo que es peor, ha dejado sin servicio ferroviario a Granada. Lo solventan con un “apaño” que pocas veces se ha visto en la historia ferroviaria reciente, pero como es Granada ‘todo vale’ , y nos llevan conectándonos con Antequera en autobús para que allí cojamos el AVE a Madrid. Rocambolesco.
Una opción alternativa y mejor, hubiese sido aprovechar la línea de Moreda pasando por Linares-Baeza, así los trenes Talgo hubieran realizado con mayor comodidad y menos precio la conexión Granada – Madrid. Dicha línea no tiene apenas tráfico, cuenta con buen carril y una perfecta señalización con CTC en todo su recorrido. También se hubiese podido poner en circulación el Tren Hotel que nos conectaba con Barcelona. Hemos perdido una cosa más, la conexión de Granada con el levante, dado que dicho convoy tenía paradas en Valencia y Castellón.
Los argumentos dados son poco creíbles, pues las obras en Castellón no son una buena excusa, ya que se podía haber desviado temporalmente por la línea Madrid-Zaragoza-Barcelona.
En definitiva, todo parece indicar que aíslan ferroviariamente a Granada. Queda el autobús como la opción más asequible ya que la alternativa aérea es mínima en frecuencia y muy costosa.
¡Disfrutemos del magnífico transporte de Granada!
Atentamente,
Ángeles Feixas. Ciudadanos por Granada.