Remedios Roldán, Onda Cero, lunes 22 de junio de 2015
De Granada, al parecer, siempre se espera lo mismo, confrontación, no solo entre los grupos políticos municipales, Ayuntamiento y Junta de Andalucía, sino también entre todos ellos y la ciudadanía. Esto es lo que se suele comentar en la calle y es lo que sirve de excusa a nuestros gestores para que ningún proyecto llegue a término, y por ende, sufra el retraso que caracteriza a esta ciudad.
Una vez más estamos en la confrontación, y ahora viene de la mano del proyecto denominado ATRIO ‘Puerta Nueva’ de los arquitectos Alvaro Siza y Juan Domingo y que ganó en 2010 el concurso que convocó el Patronato de la Alhambra para mejorar los accesos al monumento y que ya ha costado unos dos millones de euros. Las confrontaciones siempre tienen alguna causa. Unas veces es por capricho político partidista, otras por las ganancias que algunos pueden obtener, pero otras, las que parten de la ciudadanía, como es en este caso, normalmente van acompañadas de mucho sentido común, algo de lo que parecen adolecer aquellos que nos representan democráticamente en las administraciones, a tenor de cómo nos van las cosas.
Los hechos lo demuestran:
Por un lado, las alegaciones que en ese mismo año hace el Colegio de Arquitectos de Granada expresan claramente que, se dan las circunstancias objetivas para que dicho proyecto sea de imposible cumplimiento por no existir las condiciones legales y urbanísticas para ello.
Por otro, el amplio ‘corpus normativo’ que salvaguarda los excepcionales valores y significados histórico-artístico-arqueológico-paisajístico, incluyendo un amplio conjunto de espacios que igualmente están en zona protegida, y que ha llevado a la UNESCO a declararlo en 1984 Patrimonio de la Humanidad, parece no haberse tenido en cuenta.
Transgrede toda la normativa vigente actual (PEPRI, PGOU, Plan Director de la Alhambra) la cual deberá ser modificada ad hoc para hacer un traje a medida, entre distintas administraciones públicas, y si no resultara, ya nos ha anunciado Mar Villafranca que se declararía bien de interés general y la normativa se modificaría de forma unilateral desde una sola administración, en este caso, la Junta de Andalucía. Mensaje que denota ampliamente la defensa democrática. Ironía, claro.
No voy a marearlos con cifras, pero solo unas pinceladas para que, quienes no tengan la más mínima información, sepan de lo que hablamos.
El proyecto inicial constaba de unos 5.400 m2 construidos en una zona urbanizada de 12.000 m2 con un presupuesto de 11 millones de euros.
Actualmente ha aumentado desmesuradamente llegando a 19.000 m2 construidos en una zona de 22.000m2 urbanizados y un presupuesto de unos 45 millones de euros. Se incluye un auditorio de 450 butacas y un aparcamiento de tres plantas, ambos soterrados.
Ante la insistencia de ejecutar este proyecto, sí o sí, por parte del Patronato de la Alhambra y de iniciarlo en 2016, una parte de la ciudadanía se ha unido para crear la Plataforma SOS Alhambra e instar a todas las entidades nacionales e internacionales que tienen la responsabilidad de velar por la protección del patrimonio histórico, que evalúen el grado de idoneidad de este proyecto ya que de llevarse a cabo podría poner en riesgo la catalogación de la Alhambra como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.