Doña Magdalena o el ministerio de Desfomento

Publicado en Ideal el 31/07/2007.

José Prados Osuna. Ciudadanos por Granada.

En uno de mis último viajes a la Capital del Estado, entre el aburrimiento y el vértigo que me producen los siete mil metros de altitud, decidí leer una de esas revistas que las compañías aéreas depositan en la bolsa trasera de los asientos y sin quererlo encuentro una página de publicidad del Ministerio de Fomento en la que anuncian la nueva campaña que han titulado: ‘Autovías de Primera Generación’. En ellas señalan gráficamente cuáles van a ser las actuaciones prioritarias en la concepción de las comunicaciones por carretera en cuanto a mejora de calidad y seguridad de las antiguas autovías.

DE nuevo la Andalucía sevillana, porque Córdoba es un accidente del camino, sale beneficiada de la estrategia de inversiones del Estado. La sensación que me produjo fue aún superior a la del vértigo de la altura, escondido en mi asiento entre la estrechez del espacio y el aprisionamiento que produce la incapacidad para cambiar el curso de las cosas. Decidí informarme un poco más y pude abundar en la sorpresa de lo que se encuentra escondido entre las páginas web de Internet.

SE ha programado terminar para el 2011 una autopista de más de 300 km. entre Toledo y Córdoba, que acaban de iniciar los trámites, con una inversión de 1.500 millones de euros, que luego serán 2.000. Para ir a Sevilla ya no es preciso coger la N-IV o la R-4, sino la V. Para ir a las provincias orientales, seguiremos abandonados entre baches, socavones y colapsos que se prodigan a partir de Bailén, carretera que se va degradando progresivamente hasta llegar a Granada y que se pierde desde Izbor para no llegar nunca a ninguna parte.

Por si fuera poco tratarán la anti- gua, que también va a Sevilla, con la denominación ‘grandilocuente’ de Autovía de Primera Generación y según el presupuesto total de 4.500 millones de euros que el Estado destina a algunas de ellas, a la Bética la puede dotar con otros 1.500 millones.

EN tercer lugar, como la comunicación de Málaga con el resto de Andalucía y del Estado es un desastre, se ha programado terminar una nueva autopista, Las Pedrizas-Málaga para el 2009 y sus 24 km. se han dotado con 200 millones de euros.

POR PIB, concentración de población, potencialidades y futuro, hay dos comunidades marginadas por el Estado, una de ellas es Cataluña y la otra Andalucía Oriental, sin contar con Asturias que es la tercera cenicienta del Estado. Destinar más de medio billón de las antiguas pesetas a mejorar la infraestructura de comunicaciones en un plazo de cuatro años es expulsar del territorio nacional a los que ya estaban marginados, creídos de los argumentos de costes, como si los únicos ciudadanos del Estado que tuviesen queser austeros fuesen los del antiguo Reino de Granada, frente a la prodigalidad que en exceso histórico una y otra vez y hasta la saciedad comparativa se las gaste cada uno de los titulares del ministerio responsable.

Nos llama la atención la excesiva sobriedad de mi compañera de pupitre Dª Magdalena Álvarez, en sus etapas anteriores como directora general de incentivos en el ministerio de Economía, sus excesos igualitarios, su carácter inquebrantable, su afán de justicia distributiva y la prodigalidad con la que ahora trata a los paisanos del Guadalquivir, ya enriquecidos, aburridos de dotaciones presupuestarias, de eventos de historias robadas, de ferias y exposiciones, de comunicaciones y ferrocarriles a niveles galogermánicos, en tanto en este paupérrimo reino andamos aún en veredas de cabras, agobiados entre el sobresalto que produce la estadística de los atrasos y los muertos y la angustia que nos depara el permanente extravío de viajeros en miles y miles de socavones que los del ministerio parecen empecinados en agrandar para que nos jodamos y sepamos quienes somos, como presagio de un futuro que no existe, alumbrados por candiles de carburo, alargando 200 kilómetros nuestra distancia del centro del Estado al que supuestamente pertenecemos y de la Europa a la que amamos, que no es sino mandarnos en línea recta al norte de África, exactamente a la ciudad de Nador, que se encuentra a 200 km en línea recta con la ciudad de Granada.

EL territorio del antiguo Reino de Granada tiene 3.644.307 hb., frente a Galicia con 2.695.880 (también territorio de actuación preferente), País Vasco con 2.112.204 o toda la Comunidad Valenciana (otro territorio preferente) con 4.543.304 hb. La Comunidad del Guadalquivir, centro de actuaciones preferentes y permanentes tiene 4.287.720 hb. ¿Son tantos, 600.000 hb., como para que un territorio se abandone y otro reciba todo el apoyo del Estado y de la Comunidad Autónoma de forma permanente y absolutamente desproporcionada? ¿Qué injusticia y qué descaro! Otros nos vienen a decir que la deuda histórica de Andalucía con la ciudad de Granada son unas cuantas partidas de impuestos que andan traspapeladas en los cajones de la nimiedad. ¿Cuál es la verdadera deuda histórica del Estado con estas provincias? ¿Hacemos el cálculo según número de habitantes, como hace Sevilla para reclamar recursos a Madrid y después aplicarlos en Andalucía con su dispar y perverso criterio?

VEINTE años desde aquella ‘promesa del cateto’, aguardando lo que nunca llega y a la que tenemos derecho. En veinte años han pasado todas las infraestructuras del Estado delante de nuestras narices, los AVE de ida y vuelta, el progreso, los parques tecnológicos de Andalucía y la Cartuja, la locura del progreso aferrada y pertinaz a las infraestructuras de comunicaciones. Han desplazado el Mediterráneo hasta el Guadalquivir que es el mar en el que ahora desemboca este río, con la paradoja de que los que somos el Mediterráneo, que es el futuro, tenemos que ir hasta el Guadalquivir para llegar a Valencia, Madrid o Barcelona. Y todo ello con el apoyo cobarde, ruin, traidor y mezquino de unos pocos que son políticos antes que ciudadanos, que el territorio que dicen representar, no es el fin, sino el medio. Que han situado a charlatanes y sacamuelas al frente de instituciones, a vendedores de camisas para marcar el fomento empresarial de la provincia, que como descamisados acceden al poder para salir de él enriquecidos de abandono, estulticia y futuro muerto de esperanza.

¿CUÁNTOS años más son necesarios? ¿Cuántos ministros, Sancho Rof, Ortiz González, Julián Campo, Sáenz de Cosculluela, Josep Borrell, Arias Salgado, Álvarez Cascos, Dª Magdalena, hemos de soportar para que alguno recuerde que el Reino de Granada está presente no sólo en el escudo de España, sino que forma parte integrante territorial de la misma? Doña Magdalena sabe mucho de impuestos, de economía, de Sevilla pero de conocimientos del territorio del Estado del que es ministra, a pesar de la innumerable colección de sobresalientes y matrículas, anda muy escasa.

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