CASA DEL CALLEJÓN DEL GALLO
Historia de un despropósito
Remedios Murillo
Coordinadora de Ciudadanos por Granada
Nos gustaría conocer si existe alguna ley que responsabilice a nuestros políticos-.administradores de aquellos bienes comunes que hemos confiado a su gestión, cuando, por ineficacia o dejadez provocan daños irreparables en la economía de la ciudad. No aludimos a aquellos casos en que con su incapacidad perjudican al conjunto de los ciudadanos, queremos referirnos a un desastre concreto, con pérdidas concretas.
Hablamos de las nuevas obras de rehabilitación que acaba de aprobar Urbanismo para el edificio construido en el Callejón del Gallo del Albaicín.
Dicho edificio fue aprobado, durante el mandato del señor Díaz Berbél. Posteriormente, siendo alcalde el Señor Moratalla y Presidente de la Fundación Albaicín el señor Pedrajas fue adjudicada la obra por concurso público al arquitecto D. Luís Llopis con el objetivo de instalar en dicho edificio un Zoco Artesanal. El presupuesto inicial (unos setenta millones de pesetas) recibió prácticamente la mitad de la Comunidad Europea. Pasaron muchos años y fueron necesarios cientos de millones (unos seiscientos millones de pesetas) para verlo acabado. Finalmente fue inaugurado en abril de 2007 por el ya Alcalde señor Torres Hurtado. Jamás en él se asentaron los artesanos, ni se le adjudicó uso alguno. Ahora, pasados tres años, se nos informa de que el Servicio de Arquitectura de la Gerencia de Urbanismo ha tenido que realizar un Proyecto de Rehabilitación del Centro Social del Callejón del Gallo porque el estado ruinoso del mismo es el siguiente: hay que sustituir o reparar cuarenta ventanas, el portón y las celosías; volver a alicatar los seis aseos , reponer todos los rodapiés , los diecisiete sanitarios que han sido sustraídos hasta con las encimeras de mármol que sustentaban los lavabos. Hay que reparar la cubierta de tejas, los techos de escayola, reponer todas las tuberías, el cableado eléctrico completo, enchufes, interruptores, luminarias, etc. Restituir todos los aparatos de aire acondicionado de los que no queda ni rastro, reparar el ascensor y comprar de nuevo todos los extintores y detectores de incendios y los sistemas de alarma ( que imaginamos jamás conectaron pues se hubiera evitado lo sucedido)
Como pueden comprobar los lectores, el expolio que hemos sufrido, por dejadez de las autoridades, es enorme. El total de las reparaciones asciende a cuatrocientos quince mil quinientos euros. Y aunque este es el presupuesto librado, los costos pueden aumentar considerablemente dados los mecanismos que prevé la ley de Contratación de las Administraciones Públicas.
En una de las reuniones de la Junta de Distrito donde se trató el tema, la Concejala de medio Ambiente y Presidenta de dicha Junta, justificó el enojoso asunto diciendo que era responsabilidad de los “vándalos”, tal que si fuese un desastre natural, tornado o terremoto, imposible de controlar. Silencio culposo sobre la responsabilidad de los que tienen como obligación vigilar los bienes comunes y cobran y tienen medios para ello.
No se entiende que mientras otras profesiones conllevan una responsabilidad civil (médicos, ingenieros, arquitectos, etc.) la profesión de político – una de las mejor remuneradas- no asuma responsabilidad civil alguna ante una dejadez de las funciones que le son propias y que ocasionan perdidas importantes a la sociedad.
La Asociación Ciudadanos por Granada quiere hacer público este desaguisado para conocimiento de nuestros conciudadanos y vergüenza de nuestros políticos. Pena de tantos fondos europeos que han sido mal empleados en nuestra ciudad (muralla de S. Miguel, Paseo Lineal de la Muralla Zirí, etc.)
La historia de este edificio es una larga sucesión de fracasos, pero mucho nos tememos que si no se tiene claro su uso final, volverá a suceder lo mismo. Y no será porque el Albaicín no está necesitado de equipamientos. Carece de casi todo, incluso sus Asociaciones ni siquiera tienen un lugar digno para reunirse.
Por eso, al queremos saber del inicio añadimos otro al final.
¿Tienen ya claro nuestras autoridades el destino final de una inversión que va a superar el millón de euros?
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