El delegado del Gobierno andaluz en Granada, Jesús huertas, asegura que el diseño “no supondrá ninguna agresión medioambiental” y que las asociaciones contrarias a la construcción del parque podrán intervenir en su confección.
Publicado en Granada Hoy el 06/03/2009.
El delegado del Gobierno andaluz en Granada, Jesús Huertas, ha lanzado hoy un mensaje de tranquilidad a los agricultores que se oponen al Parque del Milenio proyectado en la Vega y les ha garantizado su participación en el diseño de este espacio que, dice, “no supondrá ninguna agresión” medioambiental.
Huertas, que ha valorado hoy el Programa de Transición al Empleo (Proteja), ha dicho que la Junta “no se va a replantear nada” respecto al parque porque “no hay ningún planteamiento hecho”. “Lo único que hay es el anuncio de que se va a intervenir en la zona sur de la Vega”, según Huertas, quien ha precisado que a partir de ahora, la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio iniciará la confección y planificación de este espacio y encargará los estudios necesarios par definir el futuro Parque del Milenio.
Huertas ha garantizado que se dará participación a las asociaciones y plataformas contrarias al parque, que podrán intervenir, ha dicho, en su confección y diseño.
Ha asegurado también que el parque no supondrá agresión alguna a la Vega, a la que la Junta pretende dar un uso de “espacio público” para alejar “para siempre la sombra de la urbanización” de esa zona, que será para disfrute de los ciudadanos y no para otros usos “que podrían condenarla”.
El delegado del Gobierno andaluz se ha mostrado convencido de que al final se encontrará el mejor modelo para salvar el uso tradicional de la Vega y compatibilizarlo con un pulmón verde para la ciudad y las futuras generaciones.
La creación del futuro parque, que tendría más 500 hectáreas y se ubicaría en los términos municipales de Granada, Cájar, la Zubia, Huétor Vega y Ogíjares, se enmarca en las iniciativas para la conmemoración, en 2013, de la Fundación del Reino de Granada. Colectivos de agricultores y ecologistas se oponen porque supondrá la expropiación de huertas y cortijos con explotaciones ganaderas, y apuestan por mantener en la zona los usos tradicionales de la Vega.