Publicado en Ideal el 08/01/2008.
José Ramón Jiménez Cuesta.
La celebración del 2 de enero la viven los granadinos sin ningún ánimo de polémica, sin sentimientos de odio y venganza y sólo refleja una costumbre para la mayoría, sin ninguna connotación más. Nadie siente nostalgia del franquismo ni del yugo y las flechas, como tampoco nos sentimos identificados un gran parte (muchos de izquierdas, de centro y de derechas) con los que también buscan la confrontación y el odio llamando intolerantes a los que asisten a dicha celebración. Los pocos nostálgicos del franquismo, que no asistían a dicha celebración, vienen gracias a la insistencia y fanatismo de los que arremeten contra la celebración del día 2; ellos hicieron la mejor convocatoria para los nostálgicos.
El colmo de dicha actitud viene con afirmaciones del tipo «el Milenio sí es una fiesta digna de ser recordada». No se puede celebrar que Granada se incorpora a España, al Renacimiento y a la cultura europea occidental. Hay que celebrar la Granada zirí a la que siguió la Granada almorávide, almohade y nazarí donde se sometió a la esclavitud, a la muerte y al exterminio, en muchos momentos, a judíos y cristianos, como objetivamente, enseñan los historiadores. Eso sí, la Granada de 1013 a 1492 es la paz, la tolerancia y el amor entre los pueblos, a partir de 1492 el Reino de Granada entró en una fase oscura. La inconsistencia lógica y racional es total. Todos sabemos que el hombre es un lobo para el hombre y que la incorporación de Granada a España no se hizo como se debería hacer (según nuestros esquemas actuales). Realmente, la realidad en la que vivieron los moriscos en el siglo XVI en Granada fue una inmensa tragedia, como lo fue para los cristianos y judíos de etapas anteriores.
Volviendo al presente y a nuestro futuro y no a debates que son estériles y no presentan la verdad al completo, conviene recordar que Granada sigue situada en las últimas posiciones de riqueza en España y que estaríamos peor sin instituciones como la Universidad y el poder judicial que aportan mucho a nuestra maltrecha economía, instituciones creadas por los Reyes Católicos y Carlos V. Serían bienvenidas muchas ideas y nuevas actitudes para salir de dicho pozo. Algunos miembros de la Plataforma por la Tolerancia critican que el PSOE y el PP estén de acuerdo en el tema de la Toma. Otros, en cambio, echamos de menos que no se pongan de acuerdo en más temas, especialmente en algunos que son vitales para nuestra ciudad y para nuestro país.
Para finalizar con algo práctico, recomendaría a todos (tanto los que apoyan la Toma, como los que no) que luchen por recuperar el bello jardín islámico que esconde el Cuarto Real de Santo Domingo y que tanto Junta de Andalucía como Ayuntamiento se empeñan en ‘esconder’. A ver si para el siguiente 2 de Enero tenemos dicho jardín recuperado y dando esplendor a una ciudad que se siente muy orgullosa de su legado islámico, pero también de su legado cristiano y, aún más orgullosa de los valores de tolerancia, respeto, libertad religiosa y de toda ideología que quedaron definitivamente instaurados hace tres décadas en nuestro país.
Loading ...