Publicado en Ideal el 19/01/2008.
Remedios Murillo Cubillas. Mujeres por Granada / Ciudadanos por Granada.
Lo que pasa en esta ciudad es trágico. La fatalidad nos persigue, la sombra de los políticos nos aterra, el pasotismo ciudadano llega a cotas altísimas, unas veces por desidia y otras por ignorancia de lo que nos estamos jugando en las decisiones que se toman, casi siempre con escaso fundamento, respecto a nuestro patrimonio.
Hemos sufrido la torpeza política del PSOE, con la decisión (saben ellos que equivocada) de despilfarrar cuatro millones de euros en enmendar la plana a Machuca y remodelar el Palacio de Carlos V para colocar de nuevo el Museo de Bellas Artes, -que ya en el aprobado Plan Director, desaparece de allí- condenándolo de nuevo a ser escasamente visitado y permanecer lejos de la ciudad. Inútiles los esfuerzos de la Real Academia de Bellas Artes con sus eruditos debates y su posterior publicación. Tozudez que sufrimos todos lo granadinos a los que se nos limita el derecho a tener a la mano todo el arte y la riqueza que este museo encierra y a malgastar una importante partida económica que nos hubiera dotado de un nuevo equipamiento. Pero era importante políticamente fastidiar al contrario, no hacer el museo en tan céntrico lugar y llevar una Escuela de Fiscales al Banco de España, lugar inadecuado donde los haya, pero ¿y el disfrute de saltarle un ojo al oponente!
Ahí el PP se lleva las manos a la cabeza con mucha razón, porque es poner la lucha política y el capricho de unos pocos por encima de la sensatez y el bien común.
Pero como dice el refrán «todo es susceptible de empeorar» y nuestro Ayuntamiento no quiere ser menos en la carrera de los despropósitos: un nuevo caso banco de España, pero esta vez con diverso signo partidista, está a punto de llevarse a cabo, parece ser que por decisión propia de la concejalía de urbanismo. Nuestra primera Alhambra, nuestros céntricos jardines del siglo XIII, situados en el corazón de la ciudad, quedarán ya para siempre ocultos por capricho de un gobierno municipal del PP. Entonemos un ‘Réquiem’ por el Cuarto Real.
Son ya muchos años arrastrando esta triste historia, son muchos los informes de expertos que, por lo visto, fueron a las papeleras de los despachos y son ya demasiadas las autoridades sin sensibilidad para con el patrimonio que gobiernan ciudades que necesitan dirigentes cultos y con visión ambiciosa para el arte y la cultura. No pongo en duda sus capacidades para otras gestiones, pero desde luego, son inaceptables para una ciudad que tiene como fundamento de su riqueza un patrimonio histórico excepcional.
Y nos consta que no es ignorancia, han sido exhaustivamente informados. Entonces ¿qué les mueve?, pues en este caso lo desconocemos porque lo que queda claro es que no hay argumentos ni económicos, ni artísticos y, actualmente, por muy insólito que parezca, ni políticos, para razonar esta sinrazón. Durante dieciséis años no se acometió seriamente la recuperación del monumento porque la Junta de Andalucía se negaba al derribo del caserón del XIX y a la recuperación del jardín nazarí (cuarenta centímetros por debajo del erial actual). Con la llegada de una cabeza sensata, don Pedro Benzal, a la dirección de la Delegación de Cultura y en aras a un desbloqueo de la situación, la Junta accede, por fin, a que el monumento se recupere según las indicaciones de los expertos, autorizando la demolición del caserón al menos en las zonas en que oculta las partes más sensibles del pasado: albercas, fuentes, solerías, etc.
Y aquí llega la desesperación de los que hemos dedicado muchas horas a luchar por este conjunto único en Occidente: nuestra actual concejala de Urbanismo ha decidido consolidar esa vieja construcción que amenaza ruina -millones sin cuento, para perder definitivamente la coherencia del conjunto- y no recuperar el jardín nazarí que quedará oculto bajo un jardín actual que no hará entendible qué pinta allí una torre tan rica, de calidad excepcional, incrustada en un pavipollo siglo diecinueve-veintiuno y con un parque minimalista al lado. Precioso todo y digno de aplauso.
Nos gustaría oír justificaciones públicas para esta toma de decisiones, pues nos consta que, antes de acceder al Ayuntamiento, tanto el señor Torres Hurtado, como doña Isabel Nieto fueron informados exhaustivamente, por el grupo de ‘Mujeres por Granada’, del problema que había con dicho monumento é incluso invitamos al entonces candidato a alcalde a una sesión de un Congreso Internacional sobre Jardines Históricos, donde especialistas elogiaron la importancia del Cuarto Real y pidieron su idónea recuperación. Convencido, nos prometió allí mismo que si conseguía la Alcaldía recuperaría en todo su genuino esplendor, este gran monumento. De esto, van a cumplirse cinco años y lo único que hemos adelantado es perder la huerta y, con ella, parte de las dependencias del palacio.
Sabemos que IU prepara una moción para el próximo Pleno, se lo agradecemos y les apoyamos. Desconocemos por qué calla el grupo del PSOE, aunque sospechamos que por ignorancia del cambio de talante de la Junta de Andalucía, pero sepan que si no se nos ha mentido a los ciudadanos, este organismo andaluz, por boca de su director general, don Jesús Romero, y de su delegado en Granada, han dicho públicamente que lo importante es «poner en valor» definitivamente el monumento y que autorizan al Ayuntamiento a hacer con el discutido caserón lo que crean conveniente, siempre que con ello se desbloquee la situación.
Es triste ver lo que estamos viendo en nuestra ciudad por parte de los dos partidos que nos gobiernan, pero más doloroso y deprimente es aún ver que los ciudadanos les dejamos hacer. También nuestra Universidad, que tiene un buen estudio arqueológico del lugar, podría levantar la voz con argumentos e independencia.
Por eso este SOS que creo que ya será el último, salta a estas líneas del periódico como la ultima voz de alarma. La decisión está tomada, el proyecto está en Intervención del Ayuntamiento a falta de firma y presupuesto. Sufrimos en el fondo de nuestra sensibilidad el grito final del Cuarto Real, ¿haremos oídos sordos?… Después seremos capaces, en un ejercicio de cinismo, de celebrar con fastos, vacíos de contenido, el Milenio de una cultura islámica a la que debemos un rico patrimonio. ¿Qué tomadura de pelo!
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