Publicado en La Opinión el 22/03/2009.
Los servicios sanitarios realizaron 25 traslados hospitalarios por caídas, borracheras y lipotimias, mientras que la Policía intervino para atajar una pelea.
Tras la tempestad llegó la calma. Mientras algunos jóvenes todavía apuraban a las siete de la mañana de ayer los últimos cubatas del macrobotellón bautizado como Fiesta de la Primavera, un total de 55 operarios del servicio municipal de limpieza ya se empleaban a fondo para ´borrar del mapa´ el macrobotellón bautizado como Fiesta de la Primavera. No se trataba de una tarea sencilla. Ante sí tenían 35 toneladas de basura, principalmente botellas de vidrio y vasos y bolsas de plástico que abarcaban todo el lugar. La presencia de tal cantidad de suciedad resumía perfectamente lo que había pasado unas horas, cuando hasta 16.000 jóvenes se reunieron en la zona del Botellódromo convocados a través de internet.
La fiesta también tuvo otras consecuencias poco gratificantes: Protección Civil atendió hasta a medio centenar de jóvenes, principalmente a causa del abuso en el consumo del alcohol. Se realizaron 25 ingresos hospitalarios, de los que una quincena se debieron a comas etílicos, según explicó Eduardo Moral, concejal de Seguridad Ciudadana. El resto de traslados en ambulancia fueron ocasionados por lipotimias, provocadas por el calor, la masificación y el consumo de alcohol; y por caídas y cortes a consecuencia de las botellas de vidrio que se acumulaban en el suelo. -hubo incluso un caso de fractura de pierna-.
Al menos no hubo que lamentar graves incidentes o la destrucción de mobiliario urbano, según explicaron fuentes municipales. Es cierto que se produjeron peleas, pero “no pasaron a mayores”, explicó el concejal de Seguridad Ciudadana. Tan sólo una de estas riñas entre grupos de jóvenes acabó con la intervención de la Policía Nacional para evitar males mayores.
La zona del botellódromo estuvo “a reventar” hasta al menos las cinco de la madrugada, momento desde el que la asistencia fue menguando de forma paulatina. Se acababa la diversión juvenil y llegaba el momento del trabajo para los operarios de limpieza. El concejal de Mantenimiento, Vicente Aguilera, detalló que el dispositivo que se utiliza habitualmente para recoger la suciedad dejada por los botellones está compuesta por 35 personas, pero en esta ocasión se reforzó con otros 20 trabajadores que estaban destinados en otros distritos de la ciudad. También se utilizaron cinco máquinas barredoras, dos camiones para cargar los residuos y otros dos vehículos dotados de agua que regaban la zona para eliminar los residuos líquidos, “también abundantes”, según detalló Aguilera. El edil explicó también que, aunque aún no se ha contabilizado el coste económico de este dispositivo especial de limpieza, seguramente rondará los 30.000 euros, el ´precio´ que tuvo el macrobotellón del pasado año