Publicado en Ideal el 12/04/2008.
Remedios Roldán, Portavoz de Prensa de ‘Ciudadanos por Granada’.
‘Ciudadanos por Granada’ entiende que Granada la componen todas las personas que viven, trabajan, gestionan o se divierten en esta ciudad, tengan su domicilio dentro o fuera del término municipal de Granada y, para mejorar la vida de todos ellos, es para lo que se debe estudiar y redactar el plan, llámese general, supramunicipal o comarcal. Lo importante es que el contenido del mismo vaya dirigido a resolverles los problemas de habitabilidad y movilidad, principalmente, teniendo siempre presente, el valor intrínseco de la propia ciudad, de la naturaleza y el objetivo a medio y largo plazo de corregir todos los vicios y defectos que, la actividad humana, junto con los intereses de algunos, provocan. Las soluciones a situaciones concretas que ha de contemplar el plan deben de hacerse amoldándose a las leyes vigentes y demandando de la Administración Autonómica el consenso para que su obligación financiera sea una realidad con la que poder ejecutar la planificación definitiva del territorio de Granada, ya que compete a la Junta de Andalucía la aprobación final del PGOU y la ordenación supramunicipal. Solo de esta forma creeríamos que hablamos de un plan real y no virtual como parece que es el que se nos presenta.
La planificación del territorio de Granada debería proyectarse a largo plazo y con sentido práctico, por lo que tendría que ser un modelo desarrollado y planteado de ‘arriba-abajo’ que abarcara Junta de Andalucía, Área Metropolitana y Municipio de Granada. Por un lado, habría que exigir a la Administración Autonómica su plan definitivo en las áreas que le compete respecto a sus obligaciones para con Granada, la actualización del POTAU 99 y dotarlo de la capacidad de clasificar suelo, ya que al haberse colmatado el término municipal en determinadas zonas y ser este un límite meramente administrativo y no sujeto a ningún criterio de índole urbanístico ni geográfico, el estudio del desarrollo y crecimiento de Granada se debería hacer bajo esos criterios urbanísticos y no, bajo los administrativos. El hecho de restringirse a los límites del término municipal da como resultado llegar a soluciones contrarias a toda lógica y principios urbanísticos. Ejemplo claro, el crecimiento de suelo urbanizable que nos propone este PGOU junto al Fargue, separado de lo que es la ciudad compacta, en terrenos hasta ahora con algún nivel de protección y que, a corto plazo, demandarían infraestructuras que ni siquiera se han planteado en dicho plan.
Consideramos irracional que los criterios con los que se está formando el núcleo urbano de la futura Granada metropolitana sean diferentes y sigan los intereses político-económicos, o de cualquier otra naturaleza, de catorce corporaciones municipales con catorce equipos técnicos distintos que aportarán soluciones muy desiguales a similares problemas; situación ésta que conducirá a una metrópolis arbitraria, heterogénea y caótica. Por ello se debe demandar con urgencia a la Administración Autonómica, la planificación de todo el territorio del Área metropolitana y la unificación de criterios para evitar el caos al que estamos abocados en la Granada de mañana.
Sería oportuno dotar a la oficina de planeamiento de los medios necesarios para un buen funcionamiento de la misma que permitiera hacer un seguimiento real del desarrollo del Plan General y se centralizaran los estudios pormenorizados con análisis y diagnósticos relativos al funcionamiento de la ciudad y sus barrios, conservación, cualificación, reequipamiento y remodelación, así como su integración y adecuación a la ordenación de los planes supramunicipales que incidan en la próxima revisión del Plan. Con ello se facilitaría el cumplimiento de la LOUA y otras leyes relativas a la planificación. De esta forma se tendrían todos los datos al día y su actualización no dependería de la urgencia de la redacción de un Plan. Estos estudios permitirían plantear y corregir los modelos posibles de la estructura urbana de la ciudad y optimizar y enriquecer la de aplicación concreta, teniendo plenamente justificadas, con los datos tomados día a día, todas las intervenciones y decisiones que se planteen en la siguiente revisión del Plan. Para llevar a cabo estos análisis se podría habilitar un proceso adecuado de participación ciudadana permanente, de forma, que se tuvieran presentes todos los problemas e inquietudes de los ciudadanos, destinatarios finales de las resoluciones que se vayan planteando. Así, las soluciones estarían más depuradas y mejor ajustadas a las necesidades de los usuarios.
Entendemos que los planes de organización urbanística de ámbito municipal han de potenciar también otros valores que podrían abarcar desde, por ejemplo, la rehabilitación de nuestro caserío histórico tan rico en nuestro entorno, hasta potenciar la calidad de la propia ciudad en sí. Esto se podría conseguir desarrollando todas nuestras características diferenciales y, estudiando y resolviendo correctamente, los problemas de movilidad −transporte privado, transporte público y peatonal−; analizando el nivel de ocupación de las distintas zonas urbanas y aplicando después las oportunas medidas correctivas; optimizando todos los recursos turísticos y paisajísticos; mejorando los barrios y sus servicios, manteniendo éstos actualizados, mediante el diagnóstico de su sistema de dotaciones, realizado con la participación ciudadana, a través de un estudio profundo de sus carencias y necesidades. Todo ello, que es solo un simple apunte de lo que se podría hacer, requiere una atención municipal prioritaria y tendría que tenerse en cuenta a la hora de desarrollar un PGOU.
Por todo lo expresado nuestra Asociación ‘Ciudadanos por Granada’ remitirá, antes del 18 de abril, a Gerencia de Urbanismo las alegaciones oportunas a este PGOU.