Remedios Roldán, Portavoz de Prensa de ‘Ciudadanos por Granada’.
Abril, 2008.
Sí, señor Alcalde, ya tenemos un buen motivo para acordarnos de usted al igual que de otros anteriores alcaldes de esta ciudad que serán siempre recordados por sus actuaciones. Gallego Burín, por ejemplo, retoma Granada, embellece sus barrios, destaca sus diferencias y se preocupa de su patrimonio histórico y cultural; Antonio Jara la moderniza, ahí está el Palacio de Congresos, pero otros no permanecerán en nuestro recuerdo por su bien hacer sino por todo lo contrario y usted, junto con Pérez-Serrabona, otro ejemplo, quedará en la memoria de los granadinos como otro de los alcaldes que no lucha por nuestro patrimonio. Aquél, se recuerda por la destrucción del Carmen de los Mártires para hacer un hotel y usted, lo recordaremos por enterrar la riqueza patrimonial que se encierra bajo el edificio adosado a la Qubba del Cuarto Real que el Ayuntamiento pretende rehabilitar con presupuesto millonario y que se destinará a oficinas municipales. Quiera Dios que los concursantes tengan un mayor sensibilidad y aprecio que usted por nuestro patrimonio y las propuestas (especialmente la ganadora) sean capaces de conjugar la riqueza arqueológica, arquitectónica, paisajística e histórica con un mantenimiento parcial de la construcción adosada y no destrocen la posibilidad de recuperación de esos elementos que sabemos enterrados bajo el edificio que usted pretende rehabilitar.
Es inconcebible hoy que el Ayuntamiento haya tomado una decisión de esta magnitud, ya que durante años este mismo Ayuntamiento defendió esa riqueza patrimonial arqueológica proponiendo la demolición del edificio, sin valor arquitectónico alguno, existente junto a la gran torre, la Qubba, del Cuarto Real de Santo Domingo. Esta postura, contraria a la que mantuvo durante largos años la Consejería de Cultura –cada vez dudamos más de este adjetivo– de la Junta de Andalucía, y que por fin rectifica permitiendo su demolición, va usted, junto con su Gerencia de Urbanismo, y haciendo caso omiso del ya posible acuerdo entre las dos administraciones y que abriría el camino para poder recuperar este gran espacio para el disfrute y orgullo de todos los granadinos amantes de su ciudad y su patrimonio, se permite adoptar una decisión unilateral olvidando el servicio que debe a quienes le otorgaron la posibilidad de estar en ese sillón que ocupa. Y además, convoca un concurso para la elaboración de un proyecto de rehabilitación de esa edificación, repetimos, sin valor alguno, con la finalidad de darle un uso municipal. Granada enterraría así un buen dinero de las arcas municipales, es decir, de todos los granadinos, junto con un preciado patrimonio arqueológico ya difícil de recuperar.
Nos consta que usted conoce toda esta información porque ‘Ciudadanos por Granada’ se ha molestado en dársela en repetidas ocasiones. Una de ellas, durante un pleno municipal del que se nos expulsó por mostrarle unas leyendas rogándole que no enterrara nuestro patrimonio. Como igualmente se la hemos dado a su Delegada de Urbanismo, mediante una entrevista que solicitamos y a la que nos acompañó el señor Almagro, arquitecto y, que junto con el señor Orihuela, es el principal estudioso del Cuarto Real y restaurador de la Qubba, investigador del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en la Escuela de Estudios Árabes durante más de 25 años, con un extenso currículo que avala su prestigio como persona autorizada para emitir su opinión al respecto y al que la señora concejala expresó y calificó con plena seguridad, –la de su cargo entendemos–, que sus propuestas para la mejor rehabilitación de esta Qubba y su entorno eran un “pegote”. De todo ello, somos testigos algunos.
Cómo fue posible que el alcalde Torres Hurtado, ya en pleno siglo XXI rehabilitara una construcción cutre teniendo la posibilidad de desenterrar un patrimonio granadino con los restos más antiguos de la época musulmana y darle el gran valor que tiene el edificio de la Qubba y su entorno, que es un tesoro en el centro de Granada, sin hacerle sombra con un edificio que intentará competir con ella, ya que uno de los criterios que mas puntúa en el concurso es la originalidad de la propuesta para la rehabilitación en vez de la humildad de quien se pone junto a un genio. Seguro que tendremos otra “maravilla” anexa como la muralla-escultura-instalación junto a la Muralla Nazarí de San Miguel Alto, de todos conocida.
Pero tampoco la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía va a quedar mucho mejor, y el Sr. Benzal su delegado en Granada, que con toda amabilidad nos recibió en su día cuando fuimos a exponer lo que, desde nuestro punto de vista, es una barbaridad, tampoco ha movido un dedo a pesar de que según nos expresó entendía y compartía nuestra preocupación, cuando parece que su delegación sí que debería tenerlo claro, dada la naturaleza cultural del asunto. El PSOE se abstuvo en la moción presentada por IU en la que se pretendía que se replanteara todo el tema y se estudiara a fondo antes de cometer cualquier error que la historia demandará. Se entiende mal que la Consejería de Cultura de Andalucía, se desentienda de un tema tan importante para la valoración del patrimonio arquitectónico, arqueológico e histórico de Andalucía que representa el Cuarto real de Santo Domingo y su entorno.
El concurso convocado es una tropelía que se comete con la aquiescencia de nuestros políticos de los que empezamos a pensar que ni siquiera nosotros nos los merecemos. Vemos que si son capaces de ponerse de acuerdo en determinadas ocasiones, pero solo para tomar el peor de los caminos.
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