Publicado en Ideal el 21/12/2008.
IMAGINEN el AVE de Granada como si se tratara de un ibertrén. Ya has colocado -hace siete años- una pieza en mitad del salón, entre Loja y Tocón, que te ha costado 38,5 millones de euros. Pero se encuentra sola en mitad de la nada porque aún faltan por montar once trozos para tener el circuito entero entre la capital y Bobadilla.Lo necesario para viajar a Madrid en menos de tres horas. Otras seis piezas las tienes compradas pero aún no has acabado de engancharlas -tramos con las obras adjudicadas o en marcha-. Dos fichas están pedidas a la tienda -en proyecto-. Y la última la tienes en mente pero aún no sabes cómo vas a resolverlo: la llegada del AVE a la capital y la futura estación están todavía en estudio informativo.
A los siete años te encuentras con un inconveniente que no esperabas. Donde tenías previsto colocar una curva a la derecha -la variante de Loja- te dan una curva a la izquierda y tienes que replantear el recorrido. Da la puñetera casualidad de que la pieza siguiente es la única que tenías montada -la de Loja a Tocón-, que ya tampoco te vale, a pesar del dinero invertido.
El caso real
A grandes trazos es lo que se ha destapado esta semana sobre el AVE de Granada. Un documento de consulta ambiental del Ministerio de Fomento aconseja ahora cambiar el recorrido de la línea por Loja para salvar un acuífero en la Sierra del Hacho, que se iba a taladrar con un túnel.
El cambio es sustancial en la llamada variante de Loja. En lugar de pasar por el Norte de la A-92, bordeando la precaria vía de toda la vida, la línea se traza por el Sur y es mucho más larga. De 9,5 kilómetros pasa a 19. Tiene un segundo efecto. En vez de incorporarse al recorrido original en Loja se une a la altura de Huétor Tájar, por lo que el trozo de línea entre estos dos pueblos -adaptado en su día por la Junta- ya no sirve.
Son dos tramos diferentes y un mismo problema. La carambola la provoca el cambio de trayecto en Loja y el ‘sorprendente’ acuífero. En realidad nada es tan desconocido.
Antecedentes
El estudio informativo del AVE de Granada -el primer paso- se encarga en noviembre de 2001. El expediente se envía al Ministerio de Medio Ambiente un año después y se aprueba definitivamente en julio de 2004. El informe de Medio Ambiente está fechado en noviembre de 2003. En ese documento ya se advertía de que atravesar Loja no resultaría sencillo.
Había tres alternativas. La primera pasaba por mejorar sin más las vías antiguas. Las otras dos, muy similares, planteaban una nueva plataforma, con un viaducto sobre el Genil y un túnel de 1,77 kilómetros para atravesar la sierra. Ambas acababan en la actual estación de Loja. Las tres aprovechaban el tramo siguiente mejorado por la Junta.
El Ministerio de Medio Ambiente avisó en 2003 de que las dos últimas alternativas ocasionaban «impactos severos sobre los suelos, las aguas subterráneas, la vegetación, la fauna y el paisaje». Pese a todo, el Ministerio de Fomento eligió la ‘Loja 1′, que era también la menos favorable ambientalmente, según el estudio. En unas de sus alegaciones, el Ayuntamiento de Loja advertía además de que atravesaba una urbanización.
Tanto Junta -PSOE- como Gobierno -entonces en la etapa del PP- aceptaron el recorrido. El que fuera complicado no significa que no se pueda salvar técnicamente. Lo que sorprende es que ahora se evoquen las mismas dificultades que hace seis años se sacudieron.
También complicado
Tirar el AVE al otro lado de la A-92 -como ha decidido Fomento por criterios «técnicos»- tampoco resultará sencillo. En el documento de consulta ambiental se apunta que la línea pasará por un yacimiento, por vías pecuarias, por el espacio natural protegido ‘Los Infiernos’, y por un acuífero «complejo» a su paso por Sierra Gorda, conectado con el de la Sierra del Hacho. El nuevo corredor -continúa el estudio- afecta al arroyo de las Pasaderas, de Alcaudique, del Júncar, del Salar y el río Genil. Se adentra en «suelos aluviales correspondientes a la vega del Genil, siendo materiales muy susceptibles a la contaminación» y afectará a «suelos de alta capacidad de la vega del arroyo Salar y a la vega del Genil».
Examinado este azaroso recorrido, mejor que políticos y administraciones centren sus esfuerzos en resolver la pifia. Que nadie está exento de que al asomar la cara se lleve un tortazo.