El último gran proyecto del defenestrado concejal de Urbanismo esperará en un cajón el resultado de las elecciones municipales.
Publicado en Ideal el 17/04/2007.
La semana pasada, cuando su continuidad en el Ayuntamiento ya estaba prácticamente descartada, el polémico y batallador concejal de Urbanismo, Luis Gerardo García-Royo, daba a conocer, a bombo y platillo, su último gran proyecto, el legado que iba a dejar a su sucesor o sucesora: la revisión del Plan General de Urbanismo. Pues bien, el equipo de gobierno del que todavía forma parte García-Royo ha decidido no llevar al pleno la aprobación de la modificación. Es decir, que el proyecto de García-Royo se queda en el aire.
Para unos es una segunda patada del PP en el trasero del que, hasta hace sólo unos días, era un puntal del Ayuntamiento popular. Una nueva ofensa, un nuevo desaire del alcalde, José Torres Hurtado, antaño amigo y valedor de García-Royo y hoy, según el propio afectado, su ‘verdugo’ político. Son las vueltas que da la vida.
Otros, sin embargo, restan importancia al incidente y aseguran que es lógico que la aprobación de la revisión quede en suspenso hasta la celebración de las elecciones municipales y la constitución del nuevo Ayuntamiento.
Parece que la versión oficial va a ser esa: la medida no se adopta para fastidiar un poco más a García-Royo, sino para no hipotecar a la futura corporación local. Sea como fuere, todo apunta a que el PP va a defender que, si gana las elecciones, hará realidad, con todos sus puntos y sus comas, el último deseo de García-Royo.
Hacia Bobadilla La modificación del PGOU planteada por García-Royo prevé que la ciudad crezca por la zona de Bobadilla y Mercagranada o el cierre del anillo de Circunvalación según su proyecto de siempre, es decir, a través del Sacromonte. Ninguna de esas dos propuestas han seducido a la Junta. Y la revisión ideada por el Ayuntamiento necesita la aprobación de la Administración andaluza.
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