Granada va a tener futuro

Publicado en Ideal el 07/08/2008.

Remedios Murillo Cubillas. Mujeres y Ciudadanos por Granada.

Agradecimiento a IDEAL y a la Cámara de Comercio por la organización del Foro de las Infraestructuras.

Siempre es bueno reflexionar en voz alta.

GRANADA va a tener futuro»: con esas palabras propias de pitoniso que consulta la bola de cristal, comenzó su intervención en el Foro de las Infraestructuras el osado señor Pezzi. Claro que nuestra ciudad va a tener futuro, señor diputado, lo que no completó usted en sus predicciones fue si el futuro será brillante o renqueante, porque lo que es nítido es que Granada a pesar de políticos eternos e incompetentes no va a dejar de existir porque gracias a los dioses, ninguno de ustedes ¿tiene entre sus posibilidades reunir la fuerza telúrica para acabar con ella, que si no, quién sabe . Oír a este político llenaba de indignación porque continuó su parlamento diciendo que hay que preparar a los hombres y mujeres de esta tierra, desarrollar los recursos humanos y capacitarlos en investigación puntera, «la clave no son las infraestructuras, sino las personas», dijo, y no se le cayó la cara de vergüenza ni se conmovió una sola piedra del antiguo convento de Sta. Paula, y lo que es peor, no nos movimos nadie de nuestra silla y nos levantamos para exigirle que abandonara su púlpito de orador insolente. En ese momento, Granada estaba siendo humillada, los granadinos que allí estábamos no podíamos dar crédito a unas palabras que envueltas en una permanente sonrisa sólo eran una justificación para acallar las numerosas mentiras sobre terminación, fechas y calidad de las distintas infraestructuras. Si algo sobra en esta población son jóvenes bien preparados, en conocimientos y tecnologías innovadoras, jóvenes a los que hemos sacrificado y obligado a buscar un futuro lejos de la ciudad, ya que el ‘tren’ de la modernidad no llega y las empresas que buscan rentabilidad huyen hacia otras ciudades bien conectadas con los mercados internacionales. ‘Las islas’ nunca han sido focos industriales y Granada, por mor de los distintos gobiernos se ha convertido en una isla a la que no es fácil ni llegar, ni salir. Ejemplo: cuando en el tren Granada-Madrid llevamos dos horas de viaje, estamos a más distancia de la capital de España que cuando partimos de la estación de Andaluces (recogido de un artículo del economista Ramón García Olmedo en la revista ‘Granada Económica’). Más ilustrativo y más deprimente no puede ser el dato.

VOLVIENDO a extraer perlas del impagable discurso del señor Pezzi, recogí en mis apuntes otra que decía «sin empresarios innovadores y buenas empresas las infraestructuras son innecesarias». Y yo le preguntaría, si él tuviese una naviera de grandes cruceros, recalase en el puerto de Motril para visitar la Alhambra y el pasaje quedara varado medio día en la carretera, ¿incluiría el puerto más tropical de Europa en las singladuras siguientes? Si en días de niebla el avión cargado de turistas ha de ser desviado a Málaga o a cualquier otro aeropuerto porque el modesto de Granada-Jaén -aunque su grandilocuente nombre abarque a dos provincias- carece de los equipos necesarios para el acercamiento a pista de las aeronaves en momentos de escasa visibilidad, programaría Granada para los grandes vuelos internacionales del caro turismo de invierno? Si sus productos agrícolas tienen que estar en los grandes mercados europeos antes de veinticuatro horas, por ser productos perecederos, radicaría su empresa en esta ciudad?… Y el señor Pezzi hablaba y hablaba, justificaba y atacaba… y nadie se movió en su silla. Desde entonces yo no me he perdonado y cada vez entiendo más el porqué de tantas escaseces, el porqué de tanta marginación y el porqué de lo que entendemos por prudencia y buena educación, es a veces cobardía y respeto humano. Y él continuaba: «Para fomentar el futuro de la provincia es para lo que hemos redactado el documento clave del POTA». Y, en verdad, nadie que ame a Granada hubiese osado jamás firmar ese documento que nos condena a pena capital, letal, porque nos asume al destino, no precisamente de una gran capitalidad, sino de poblachones de alguna importancia. Y en su monólogo, quizás por mala conciencia, repetía varias veces que nuestro modelo tenía que ser Lisboa, y digo yo, ¿por qué no Sevilla que está mas cerca, y que es la causa de muchos de nuestros males?

PARTICIPÓ otro político, el Consejero de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, D. Luis García Garrido, y ya nos perdimos totalmente porque habló de «esta costa gaditana» y de nuestro Estrecho de Gibraltar que era el Canal de Suez ¿…? Ceremonia de confusión que mezcló con la movilidad metropolitana por medio de transporte no contaminante, tranvía, del que dijo nos haría sufrir mucho con su obra, etc. La verdad es que en su discurso puso tan poco entusiasmo, tanta monotonía e indolencia que creo, por las caras que observé, que pasó desapercibido el ambiguo y nulo contenido de su parlamento.

La reunión, muy bien moderada por D. Eduardo Peralta ( otro de los organizadores), a pesar de todo lo anterior, se enriqueció con la participación de empresarios como Gregorio Jiménez (lástima que se dilapidara su labor de hace seis años como presidente del Consejo Social del Ayuntamiento); José Prados Osuna, ‘ciudadano’ y buen conocedor de las raíces de nuestro atraso; la diputada Concha de Santa Ana, que desveló el nuevo retraso del AVE, el bloqueo de la Junta a la aprobación de los modificados que afectan a la A7, etc. Cerró con brillantez el Foro sobre las Infraestructuras, uno de los responsables de su organización, el presidente de la Cámara de Comercio que, muy valientemente, hizo la exposición de carencias y evidencias y exigió el compromiso de todos, que hoy más que nunca, ante un período de crisis en la economía mundial, han de meter el hombro para hacer un frente común que se enfrente a esta compleja etapa de una manera activa, sumando la fuerza y creatividad que los granadinos tienen como poten- cial.

EN conjunto, un trabajo constructivo y bien hecho que se completa con un especial de ciento once páginas, en las que IDEAL nos deja memoria de un Reto que más que un horizonte a alcanzar, debería ser ya una estación de partida dejada atrás hace ya muchos lustros. Esperemos que nuestras autoridades se pongan las pilas y no quieran ofrecernos los frutos como regalo del milenio.

Artículo en Ideal digital.

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