Sensibilidad institucional

Publicado en Ideal el 22/09/2008.

Carmen Pérez Porcel.

Está satisfecho nuestro regidor con el órdago que le jugó (y ganó) a las últimas cruces de mayo y hace bien, porque ésa era la única apuesta ganadora frente al monstruo en el que se había convertido la fiesta. Todo un lavado de imagen para la ciudad, una verdadera promoción turística de la fiesta, y lo que es más importante… una auténtica lección de ‘sensibilidad institucional’. En Ciudadanos por Granada (CpGr) le reconocemos y, sobre todo, le agracemos al Sr. Torres Hurtado que este año ‘si’ haya sabido atajar un problema tan demencial como antiguo y por eso, una vez más, le decimos… gracias Sr. Alcalde.

Y ahora que ya le hemos expresado, generosamente, el agradecimiento a nuestro querido regidor, le pedimos que no retire aún el pabellón auditivo que tanto le hemos regalado, que nos lo siga prestando un ratito más para poder decirle que ¿POR FIN!, que ¿MENOS MAL! y que ¿YA ERA HORA!, porque lo que ésta ciudad llevaba años soportado con la fiesta de las cruces en otros sitios sería incomprensible, o mejor dicho, en otros sitios nunca habría pasado. Bastaba con haber aplicado desde el principio la nueva normativa municipal que se hizo en el año 2006, pero ¿claro! en aquellos momentos había dos convocatorias en el horizonte electoral (Municipales de mayo de 2007 y Generales de marzo de 2008) que desaconsejaba poner en juego el voto joven, que es el más predecible del panorama electoral.

Habrá quien se pregunte ¿y qué pasó para ese cambio de negro a blanco en el año 2006?, pues sencillamente que se les acabó ese discurso tendencioso y falsario sobre el derecho a la diversión de los jóvenes frente al derecho al descanso del resto de la población, que siempre utilizaban (usted, y los otros también) para acallar las protestas ciudadanas. Aunque llevan años rehuyendo nuestras quejas con este tipo de arengas frívolas e irresponsables, nunca han conseguido callarnos a los ciudadanos, todo lo contrario, se las hemos rebatido siempre (a usted, y a los otros también) y además lo hemos hecho desde todos los frentes que nos ha sido posible, incluido el judicial.

Pero no perdamos el tono conciliador del principio porque, antes que usted, hubo otros de peor recuerdo que también ocuparon el sillón de la alcaldía como es el caso de Don Jesús Quero Molina, que tiene en su haber el vergonzoso record del año 1994 cuando autorizó noventa y tres ‘barras con cruces’ durante cuatro días ( desde el 30 de abril hasta el 3 de mayo). Fueron cuatro días en los que no hubo claveles, peroles de cobre o mantones de Manila por las calles, pero en cambio éstas si que se llenaron de un ruido ensordecedor y de mucha, pero que mucha, ¿¿mieeerda!!… con perdón de la mierda. Usted, sin embargo, podrá presumir siempre de otro record mucho más digno en el año 2008, como son los catorce mil visitantes que se hospedaron en la ciudad durante el Puente de las Cruces y que hicieron un gasto diario de más de un millón de euros, todo ello sin ensuciar ni gritar por las calles. Antes de seguir conviene aclarar que cuando hablamos de ‘sensibilidad institucional’ nos estamos refiriendo al gesto que tuvo el Ayuntamiento que usted preside cuando en el año 2006 aprobaron, entre todos (gobierno y oposición), la creación de una Comisión de Estudio para la Recuperación y Revitalización de la Fiesta de las Cruces. Esta iniciativa al final resulto ser un hecho doblemente insólito, porque suponía el reconocimiento de la gravedad del problema y al mismo tiempo se pedía ayuda a los ciudadanos para solucionarlo invitándoles a participar en dicha Comisión.

Pero lo bueno no siempre es perfecto, es más, lo perfecto es enemigo de lo bueno, y por eso los fallos de la nueva normativa sobre las cruces se han vuelto a poner de manifiesto, por segundo año consecutivo, con los premios que han sido otorgados por el jurado. El hecho de que la Semana Santa y la Fiesta de las Cruces estén próximas en el calendario no quiere decir que las segundas se tengan que convertir en una prolongación de la primera, y menos aún que los premios de las Cruces tengan que ser una financiación encubierta para el entorno cofrade por la desaparición de las barras.

Para terminar, y puesto que uno de los derechos del ciudadano es formular peticiones a los gobernantes y que la obligación de éstos es de atenderlas, hacemos uso de nuestro derecho a pedir que no se nos vuelvan a escatimar ésos gestos de ‘sensibilidad institucional’, que se sigan prodigando en forma de nuevas Comisiones de Estudio que, a su vez, se vayan creando para tratar de otros problemas que también preocupan y afectan a los ciudadanos, entre los que están la revisión del PGOU, el futuro Teatro de la Opera, la venta de Patrimonio Municipal (Palacio de Agreda, Convento de Santa Inés y otra casa más en San Matías), la recuperación de la Qubba, Alberca y Jardines del Cuarto Real de Santo Domingo o la rehabilitación de las Murallas del Albayzín (Zirí y Nazarí).

Que a los ciudadanos es mejor tenerlos al lado en lugar de enfrente, ya lo saben por experiencia… usted y los otros también.

Artículo en Ideal digital.

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