Publicado en Granada Hoy el 24/04/2007.
Granada superó durante cerca de 100 días del año 2006 los valores de contaminación atmosféricos “excesivos”, según denunció ayer el candidato de Los Verdes a la Alcaldía de la capital Jesús García. El candidato culpó a los responsables municipales de este alto nivel de emisiones que “en un 60 por ciento o 70 por ciento procede del tráfico” con lo que “se incumplieron los valores límites vigentes en partículas en suspensión, en ozono troposférico y dióxido de carbono”.
García culpó de esta situación a la “política errática de movilidad” que lleva a cabo el gobierno local de José Torres Hurtado y a su “falta de estrategias de divulgación”.
Por su parte, el diputado y portavoz confederal de Los Verdes, Francisco Garrido, consideró que la actitud del alcalde ha dado lugar a que “Granada sea la ciudad andaluza con mayor sensibilidad y conciencia ambiental, pero con el Ayuntamiento que menos habla del tema”. Por ello, indicó que la situación ha dado lugar “a un nuevo gas, el CC, el cateto contaminante, pero no por ser de pueblo, sino por no estar en el tiempo”.
Así, Jesús García criticó que en Granada “no se cuantifique la emisión de gases contaminantes como ocurre en otras ciudades españolas”. En este sentido, el candidato granadino se congratuló porque los demás partidos se hayan “sumado” a su iniciativa del pacto de movilidad sostenible propuesto por Los Verdes y les conminó a suscribir otros pactos para la prevención y lucha contra el cambio climático: la reducción del transporte privado, la plantación de 20.000 árboles y que los espacios libres no se destinen a suelo residencial “como parece que van a proponer PP y PSOE, pero sólo después de las elecciones”.
Por otro lado, Francisco Garrido denunció que, mientras a nivel nacional se ha pasado de un 52 por ciento de emisiones de gases de infecto invernadero a un 48 por ciento en 2006, en Andalucía, por el contrario, este porcentaje ha aumentado un 2 por ciento al pasar del 62 por ciento al 64 por ciento de emisiones de CO2.
Garrido exigió una “moratoria” en la apertura o ampliación de las nuevas centrales de ciclo combinado previstas y la conversión de las centrales de carbón en centrales de ciclo combinado, “que no eliminan la contaminación pero la reducen bastante”.
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