Los socialistas solo ganaron en el distrito Norte pero la gran abstención en el barrio hizo que perdieran 2.050 votos con respecto a 2003. Torres Hurtado barrió en Ronda, donde Torres Vela quería dar la sorpresa.
Publicado en Ideal el 29/05/2007.
El Zaidín pone y quita alcaldes. En 1995 Gabriel Díaz Berbel arrebató el liderazgo en los barrios obreros y fue la primera vez que el PP consiguió gobernar en Granada. Cuatro años después, Kiki se dejó casi 3.000 votos en el Zaidín y pasó a la oposición. El barrio no perdona. El mayor descalabro de José Moratalla en 2003 también se produjo en el Zaidín y fue el epílogo del tripartito. La derrota se achacó al polémico carril bici pero no es del todo cierto. Moratalla tuvo un agujero de 1.500 votos que no fueron a parar a ninguna parte. En el Zaidín no hay vasos comunicantes y si la abstención es elevada el PSOE se resiente y no levanta cabeza.
El Zaidín puso la puntilla el domingo a Torres Vela y motivó que los socialistas cosecharan uno de sus peores resultados de la historia en la capital. En el Zaidín estuvo el epicentro del descalabro.
De forma desigual
El grado de participación en el barrio fue menor al de 2003. Nada extraño. Sucedió en muchos distritos y de forma acusada en el Centro y en la zona Norte. Pero mientras que en otros barrios de la capital la abstención castigó a todos los partidos por igual, en el Zaidín el gran perjudicado fue el PSOE.
Torres Hurtado apenas perdió un centenar de votos con respecto a las pasadas elecciones y la candidatura socialista tuvo una fuga de 2.369 papeletas que no fueron al zurrón de ningún otro partido. El electorado socialista del Zaidín le dio la espalda a su candidato.
La sangría de votos del PSOE en el barrio empieza a ser preocupante: en las dos últimas elecciones se ha dejado cerca de 4.000 votos. Además, en esta ocasión el vencedor en el distrito ha sido el PP, algo que no sucedía desde 1995. Entonces y ahora, los socialistas se hundieron.
Pierde en casa
El PSOE perdió estrepitosamente las elecciones en su propia casa. Además del pinchazo en el Zaidín, el domingo cayó por primera vez el gran feudo socialista: La Chana.
El PP sacó 300 votos más en un barrio donde el dominio socialista ha sido apabullante incluso en los peores momentos. Torres Vela se ha volcado durante meses en La Chana, la zona de la ciudad que más ha visitado en los últimos quince días y el lugar que eligió para cerrar su campaña. El PSOE convirtió La Chana en el estandarte de su oposición, con críticas permanentes a la escuela de golf y al polémico vial.
Es cierto que Javier Torres Vela ha mejorado el resultado de su antecesor Moratalla en 1.200 votos. Pero el crecimiento de Torres Hurtado ha sido del triple (3.746).
El último baluarte
El PSOE solo ha conseguido ganar en el distrito Norte pero es también en esta parte de la ciudad donde tiene uno de los mayores escapes. Los partidos apenas han asomado por las entrañas de la zona Norte, el barrio más necesitado de la ciudad. La participación en el distrito ha sido del 46,8%, la más baja de toda Granada. Este electorado funciona con unas claves distintas.
La escasa motivación arrastra una vez más a los socialistas. El PP solo se resiente en 609 votos con respecto a 2003, cuando consiguió el mejor resultado de su historia en el distrito. Sin embargo, la gran abstención ahonda el descalabro socialista. El PSOE consigue en la zona Norte 2.050 menos papeletas que en los últimos comicios, por lo que son más de 3.000 los votos que ha perdido el partido en ocho años.
De cara o de espaldas
La gestión de gobierno de Torres Hurtado ha recibido el refrendo en barrios que tradicionalmente se habían puesto de espaldas al PP. Los populares consiguen en el Albaicín 1.500 votos más que en las pasadas municipales y vencen también en este distrito, otro de los feudos tradicionales del PSOE. Los socialistas suben pero su crecimiento es insignificante.
La victoria de Torres Hurtado se ha cimentado en dos claves que cualquier candidato desearía en sus mejores sueños: ha barrido con solvencia en sus barrios y ha conquistado los de su oponente.
El PP ha vuelto a apabullar en el distrito Ronda, donde la candidatura socialista esperaba dar la sorpresa. Es uno de los distritos más populosos y heterogéneos de la ciudad y tradicionalmente se ha alineado con el PP, aunque las grandes inversiones se han materializado después en el Centro. El PSOE pensaba que los vecinos podían pasar factura.
Nada más lejos de la realidad. Torres Hurtado le ha sacado casi 10.000 votos de diferencia a Torres Vela, aunque los dos partidos han perdido apoyo en esta parte de la ciudad, que ha sido, no obstante, donde más participación ha habido. El PP ha dado una paliza en el resto de barrios donde era previsible: Centro, Beiro y Genil.
Las cuentas exactas
Las cuentas explican por qué y dónde se produjo el descalabro socialista. La candidatura de Torres Hurtado aventajó en 23.315 votos a la de Torres Vela, mientras que el candidato socialista consiguió 6.500 papeletas menos que Mortalla.
En números absolutos, el PSOE cosechó el domingo menos votos que nunca antes en su historia, incluso por debajo del batacazo de Jesús Quero en 1995.
Los 6.500 votos que se le esfumaron al PSOE están localizados: 2.369 en el Zaidín, 1.685 en el Beiro, 2.050 en la zona Norte y 311 en el Centro.
Mientras que la abstención castigó en exceso a Torres Vela, su rival popular ni se inmutó y hasta se permitió mejorar su resultado de 2003 en unos 1.300 sufragios. Fueron los socialistas quienes no movilizaron a su electorado. La participación cayó tres puntos en la capital, que fueron prácticamente los mismo que descendió el PSOE.
En unas elecciones donde votó poca gente, el PP mantuvo su colchón de votos de los últimos ocho años -60.310-. Lo mismo hizo IU. A quien pasaron factura los ciudadanos ha sido al PSOE.