La ‘ley seca’ no logra disuadir a miles de botelloneros que vuelven a la calle

Los vecinos del casco histórico denuncian los problemas de ruido e inseguridad. El buen tiempo reactiva el control policial sobre las terrazas de bares.

Publicado en Ideal el 4/3/2007.

Las calles del centro de la ciudad se quedaron ayer pequeñas para el bullicio de gente que deambulaba por la Gran Vía, Recogidas, Plaza Nueva, Acera del Casino las terrazas de los bares mostraban las mejores caras de quienes dejaron las cuatro paredes del piso para darse un baño de sol arrimados a una sabrosa cerveza y una buena compañía. Esa es la imagen matutina y vespertina que el buen tiempo pintó ayer en la ciudad. Cuando la luna se asoma desde arriba, la ciudad se transforma en otra. La madrugada del pasado sábado miles de personas volvieron a tomar las calles para celebrar el correspondiente botellón, pese a la existencia de la ley antibotellón, popularmente conocida como ‘ley seca’, que prohíbe las concentraciones en la vía pública para consumir alcohol en todos aquellos lugares no autorizados.

«La noche del viernes tuvimos botellón en los habituales sitios: centro, zona de movida, Hipercor, calle Gracia, Albert Einstein La nueva ley ha cambiado es la actitud de la gente», comenta Antonio Bezares, jefe de la Policía Local de Granada. Las reacciones del personal más joven cuando los agentes aparecen para disuadir estas concentraciones «son las estampidas en grupo». Corren cuando antes costaba arrancarlos del sitio, pero poco más. La Ley no ha logrado el efecto deseado, de momento. «Este buen tiempo devuelve a las calles los botellones por la noche, pero por el día la ciudad también está a rebosar», señala. Miles de personas que obligan a los agentes a multiplicar su trabajo. «Cuando no logramos disuadir las concentraciones, que se extienden por toda la ciudad, nos vemos obligados a presentar la correspondiente denuncia».

Los vecinos también se quejan. La asociación del Bajo Albaicín ha denunciado públicamente los problemas sin resolver que vuelven al barrio en estos días de buen tiempo. Los ruidos y las concentraciones de botelloneros en las pequeñas plazas frustran el descanso de muchos albaicineros. La inseguridad también mantiene a estos vecinos en vilo.

Ruidos

Denuncias de ruidos que no sólo proceden del Albaicín sino de otros puntos de la ciudad, como zona de Gracia, Pedro Antonio de Alarcón o Arabial, por citar algunas. «Es normal que el ruido se haga más molesto en estos días porque hay más gente por los bares y las calles», apunta Bezares.

La entrada en funcionamiento de la mayoría de las terrazas de bares ha obligado a la Policía Local a reactivar los efectivos humanos que destina a controlar la ocupación de la vía publica con mesas y sillas. «Este tipo de controles los llevamos a rajatabla».

Mientras los botellones empiezan a tomarle el pulso a la ciudad, el Ayuntamiento dirime cómo afrontará en este año la fiesta de la primavera anunciada para el próximo 23 de marzo. Todo apunta a que el botellódromo estará preparado para ese día y puede quedar inaugurado para la ocasión.

Esta entrada fue publicada en Prensa y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*


*

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>