El primer edil tiende la mano para el diálogo en los grandes temas como el AVE, el metro, el cierre del anillo y ampliación de los campus El PP promete cumplir su programa mientras el PSOE reconoce su derrota e IU pide el cese de lo que considera un «desgobierno».
Publicado en Ideal el 17/06/2007.
Consenso, diálogo, manos tendidas, no a la confrontación y trabajo en beneficio de la ciudad y sus habitantes, fueron los buenos deseos expresados ayer por los portavoces de los grupos políticos que iniciaban la octava corporación municipal desde la llegada de la democracia. José Torres Hurtado, cabeza de lista del Partido Popular, era proclamado alcalde con los 16 votos de sus correligionarios, la mayoría absoluta más dos de la Corporación Municipal, en un acto solemne que se iniciaba con la toma de posesión de los 27 concejales que desde ayer, y hasta dentro de cuatro años, tienen el encargo de los ciudadanos de gestionar la vida de la ciudad.
El acto de constitución de la corporación y elección de alcalde, con el salón de plenos y los pasillos de la Alcaldía abarrotados de autoridades y ciudadanos, marca siempre la política a seguir por los diferentes grupos políticos, o al menos sirve como expresión de buenas intenciones. Y eso es lo que hicieron, con pequeñas salidas del guión, los portavoces del PP, PSOE e IU.
Para el Partido Popular, los ciudadanos han refrendado una forma concreta de gobernar, un modelo de ciudad que mira hacia el futuro y que espera contar con los acuerdos necesarios para hacer realidad las grandes infraestructuras que son necesarias para Granada.
José Torres Hurtado, minutos después de ser nombrado alcalde, esbozaba las líneas básicas que le han llevado a poner en marcha una profunda remodelación de las diferentes concejalías, y como todos esperaban, lanzaba la idea de los pactos en favor de Granada y lo que considera como grandes infraestructuras imprescindibles para el desarrollo de Granada, como el AVE, el metro, el cierre del anillo, la segunda circunvalación, la conexión con la Alhambra, el espacio escénico, las ampliaciones del Parque Tecnológico de la Salud y el campus universitario, para evitar que se vayan de Granada. En este sentido, lanzaba lo que todos esperaban, la idea del consenso y el diálogo. «Desde aquí reitero mi firme y reiterada voluntad para hablar y buscar soluciones para que en fechas próximas estos proyectos sean una realidad en nuestra ciudad», decía Torres Hurtado, que pronunciaba un discurso dirigido más a los ciudadanos que a los políticos. «Nos veremos con las asociaciones y los vecinos al menos una vez a la semana, como hemos hecho hasta ahora, y cuando ellos quieran, porque mi despacho estará abierto a todos».
Modelo de ciudad
Juan Antonio Mérida, que se estrenaba como portavoz del equipo de gobierno, lanzaba en las intervenciones anteriores a la del alcalde, el reto de los pactos y el consenso. «Quiero aprovechar para tender la mano a los grupos políticos de la oposición. Tendríamos que hacer los esfuerzos necesarios para avanzar juntos para conseguir el desarrollo y la modernización de la ciudad», decía Mérida, que no olvidaba una dura crítica a las instituciones gobernadas por el PSOE, por haber abandonado a la ciudad. «No volvamos a perder otros años preciosos, como ha ocurrido en este mandato, deteniendo proyectos que primero se decía que eran innecesarios, luego insostenibles, aunque finalmente se calificaron de imprescindibles», en referencia directa al anillo de circunvalación. Pedía que ahora «no se busquen debates inútiles que enlentezcan los proyectos». Para el PP, según su portavoz, «Granada tiene que convertirse en una ciudad habitable, sostenible, una ciudad para vivir, referente cultural, de solidaridad, de tolerancia, de innovación y ser un modelo de convivencia que todos quieran seguir».
El espíritu del consenso era seguido por el portavoz del PSOE, Javier Torres Vela, que además de reconocer la derrota, «A usted, señor Hurtado, y a su partido, los ciudadanos, les han reforzado su mayoría de gobierno. A nosotros, al PSOE y al grupo de IU, nos han encomendado ejercer la oposición», recordaba que «todos representamos a la ciudad, y lo hacemos cuando llegamos a acuerdos», pero no dejaba pasar que también se hace labor en favor de la ciudad «cuando discrepamos, porque es ahí donde se expresa el pluralismo político, con diversas visiones de la ciudad». Esto no implica que no tengan «la máxima disposición a alcanzar acuerdos en beneficio de la ciudad. Practicaremos una oposición exigente y útil para Granada, y haremos el esfuerzo de eliminar cualquier tipo de crispación en la vida política».
Ofrece acuerdos alejados del oportunismo político, que si depende de la ciudad puedan ser asumidos, y si dependen de otros, «puedan ser defendidos».
Torres Vela, como cabeza de lista del PSOE y portavoz del grupo socialista, planteaba los temas fundamentales. Trabajar por la igualdad y la autonomía personal, la mejora de las comunicaciones, las decisiones sobre el parque Tecnológico de Ciencias de la Salud, la adaptación del PGOU a la nueva normativa, y avanzar en la cultura, porque, a su judicio, Granada ha perdido la relevancia cultural que le corresponde. Innovación y vivienda son otros de los pilares que deben, para Torres Vela, marcar la política de los próximos cuatro años.
No al cierre del anillo
El grupo de Izquierda Unida, con dos concejales, apostaba también por el consenso. Lola Ruiz Domenech, su portavoz, tiende la mano al PP para construir una ciudad de futuro, pero en la que se luche contra la especulación del suelo, se hagan zonas verdes, se respete la vega, y no se le den cartas a quienes quieren macizarla. Se mostraba en contra del anillo de circunvalación. «No nos busque, señor alcalde, para apoyar el cierre del anillo, porque eso traerá más coches y más especulación». Trabajar en favor de una ciudad en la que primen las energías alternativas, la vivienda bioclimática, la participación ciudadana real y el consenso en los grandes temas.
Lola Ruiz hacía declaraciones de principios, algunas dirigidas expresamente a la decisión que la corporación tendrá que tomar en el primer pleno, los sueldos de los concejales. «Estamos de acuerdo en que hay que unificar las retribuciones, pero a la baja, no subirnos a lo que ahora cobran los concejales del PP; sino que ellos bajen a lo que cobramos los demás». También se mostraba en contra de una organización de concejalías que encarecerán el presupuesto municipal.
Pero en la intervención de IU, había también reproches. Para ellos es necesario acabar con el «desgobierno», donde haya un verdadero alcalde y «acabar con los rumores que indican que el alcalde en la sombra son unos cuantos promotores inmobiliarios». Ante estas palabras, Juan Antonio Mérida, se veía obligado a iniciar su discurso calificando las palabras de la portavoz de IU, Lola Ruiz Domenech, de «agresiones verbales, fuera de lugar a las que ya habrá tiempo de poner coto», dijo el portavoz del PP.