La ciudad expoliada y, sin embargo silenciosa

Remedios Murillo Cubillas Mujeres y Ciudadanos por Granada.

Todas las capitales, como cualquier familia, aspiran a defender su patrimonio, a engrandecerlo y aumentarlo para los herederos. El caso de esta Granada, debe ser un caso singular; el patrimonio se malvende, se destruye, se recorta, se regala, o simplemente, se deja perder sin que nadie, ni autoridades ni ciudadanos, se molesten lo más mínimo en levantar una voz exigiendo responsabilidades, ni dirigiendo el dedo acusador contra ninguna de las personas que tienen capacidad para parar el desatino.

Nuestra ciudad malvive, la inercia la sostiene, la catetez la devora y el patrimonio de devalúa a ojos vistas, o beneficia a otros que solo quieren la mejor parte del pastel Así pasa con la  gestión de Sierra Nevada, (en la que el descontento de los administrados aparece como punta de iceberg cada fin de temporada); sucede con la “lejanía” de la Alhambra, de la que ni siquiera se  nos aclaran los escándalos e irregularidades que han trascendido fronteras. Nadie responde ante el reiterado clamor de voces que durante años gritan en el desierto, de los vecinos del que podría ser el barrio medieval mas bonito del mundo, nuestro querido Albaycín- Sacromonte; igual ocurre con la venta del Ferial , operación legal, pero a todas luces injusta, con la restauración del  Cuarto Real, con  la inversión hecha en el Aljibe del Rey (restaurado para la ciudad, con dinero europeo y que ahora es disfrutado por una empresa semipública) con la “reinvención” de las murallas que ya no serán nazaríes, ni ziríes, sino de Torrecillas y Zurita, arquitectos  que han recibido numerosos millones por hacer  obras “sui generis”, mientras la ruina acaba con las  autenticas e impresionante moles que nos lego la historia. Del Maristan ya ni se habla.

Hasta innovaciones  necesarias para la ciudad, como el metro, se convierten en arma de doble filo: se hará a lo pobre, sin tuneladora, y de un trazado con cierta lógica, por mor de ahorrar unos treinta millones, este tranvía (que no metro), sesgará por la mitad la única zona verde, el único remanso de silencio y oxigeno que tiene el centro de la ciudad: el Campus de Fuentenueva. Arrasará árboles, edificios y jardines, sin que nuestro Ayuntamiento sea capaz de hacer frente a la Junta de Andalucía, escudándose en que es terreno de la Universidad , olvidando que la  UGR no es una república independiente, sino Granada misma.  Esperamos que la Universidad no acepte, que  no se someta a tamaña violación de un espacio consolidado como parque, y, mucho menos, que este de acuerdo en recibir, como compensación al daño, el Estadio de la Juventud, porque podríamos  acusarla de  “receptación de objetos robados”, ya que la Junta pondría en sus manos un bien que ha sido de la ciudad de Granada desde su creación como polideportivo.

¿Cuándo llegara el día en que  los políticos tendrán que responder de sus acciones u omisiones con sus recursos propios? ¿Por qué se venden unos terrenos (el Ferial) a bajo precio sabiendo que buscar otros es misión imposible y la ciudad carece de recursos para edificar uno nuevo?¿Por qué un Ayuntamiento regala a una entidad financiera, Caja Granada, ocho mil metros de terreno carísimo y nos deja un solar ridículo para el futuro Teatro de la Opera?¿Por qué sigue regalando solares a instituciones “con posibles” y quiere vender palacios y casas señoriales que nuestra ciudad posee? No entendemos que el Ayuntamiento  regale a la Cámara de Comercio un magnífico solar, y no se beneficie en el trueque con el Palacete de la calle de la Paz (Casa con catalogación de primer nivel), que podría convertirse en Museo, centro Cultural, Ateneo, etc.

Pensamos que todas esas cosas, y muchas más, les son permitidas a las Autoridades locales y autonómicas, porque la ciudadanía no tiene conciencia de mayoría de edad, de responsabilidad compartida y es mucho más cómodo dejar hacer que plantar cara y reivindicar. Porque, esa es otra, los mandatarios son maestros en el arte de desprestigiar a todo el que levanta la voz, calificándonos de polémicos, jeremiacos y  protestones.

Tendríamos los granadinos que hacer una reflexión del por qué nuestras provincias hermanas, que partieron en la “carrera” de posiciones mas retrasadas , no solo nos han sobrepasado, sino que pronto serán,  un punto en la lejanía.

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