Publicado en Granada Hoy el 30/06/2007.
Las primeras protestas ciudadanas contra el proyecto y los reparos iniciales del parque nacional de Sierra Nevada propiciaron ayer la divulgación de un informe de los promotores del teleférico de Granada a la estación de esquí en el que subrayan su viabilidad económica y defienden la escasa incidencia, o incluso las ventajas, que tendrá sobre el medio ambiente.Según la sociedad Teleférico Granada-Sierra Nevada, ante las críticas de que la infraestructura tendrá en el paisaje en el Estudio de Impacto Ambiental -que está siendo evaluado por la Consejería de Medio Ambiente- se “establecen las medidas de corrección paisajística necesarias tanto a nivel de diseño arquitectónico de las estaciones” así como la integración de las mismas plantando especias de la zona.
“El caótico tráfico actual es una evidente afección paisajística muy notable” señala la sociedad que promueve el teleférico. Tráfico privado que, defiende la empresa, “el teleférico va a reducir significativamente”. El informe destaca que “el balance de emisiones de gases de efecto invernadero es claramente favorable al teleférico como transporte público”. La sociedad considera la opción de autobuses eléctricos planteada por sus opositores como “un claro brindis al sol”. “Supondría un flujo constante de autobuses que complicaría claramente el tráfico”, señalan, al tiempo que defienden que esta solución sí podría hacer que el público de la estación se plantease volver al vehículo privado.
Desde la sociedad se puntualiza que “no hay afección alguna” en las especies de flora protegida o amenazada en las zonas en las que se ubicarán las estaciones y los apoyos. Aún así, explican que “se han establecido las medidas cautelares y correctoras necesarias para evitar la afección durante la construcción, a formaciones o ejemplares considerados de interés por la guardería del Parque Natural”. Al mismo tiempo, se señala que los riesgos que conlleva el teleférico para las rapaces y la avifauna en general son “mínimos”. “No obstante se han establecido medidas específicas para la protección de la fauna presente” además de un Plan de Vigilancia Ambiental.
La sociedad también descarta que el proyecto suponga la “destrucción del valle del río Monachil”. En cuanto a las críticas de que la infraestructura masificará la estación de esquí, los promotores alegan que subirán al público que permita “la capacidad de acogida de las instalaciones de esquí o el territorio que las acoge”.
Una de las críticas más feroces, la de favorecer la urbanización con las paradas intermedias, es rechazada porque dichas estaciones “son obligadas por la tecnología utilizada”, al tiempo que asegura que el hecho de que no sean apeaderos “impide el desarrollo de procesos urbanísticos indeseados”.
Loading ...