Publicado en La Opinión el 08/10/2008.
Remedios Murillo Cubillas, Mujeres y Ciudadanos por Granada.
No tienen derecho, les dimos los votos para que administraran nuestro patrimonio común: social, humano, artístico, etc., para que durante cuatro años gobernaran la ciudad sabiamente, para que la engrandecieran y la hicieran caminar firmemente hacia el progreso, y dibujaran, para Granada y sus gentes, un futuro prometedor. Nunca les ofrecimos nuestra sumisión y nuestro silencio. Una cosa es el respeto a la autoridad dada en unas urnas, y otra el borreguismo de la aceptación y la esclavitud. Nunca tuvimos intención de volver nuestros pasos a una Edad Media de señores feudales, dueños de vidas y haciendas. Han sido muchos los años de esfuerzos y generosidades para alcanzar una democracia donde sea escuchada y respetada la voz del ciudadano, y para que los votos sean compromiso de respuesta, y no, tentación de dictadura. Levantar la voz no es hacer política partidista, ni decantarse a favor o en contra de un partido, es exigir unos derechos, los nuestros, Por eso, señores munícipes, es un infantil recurso querer desprestigiarnos intentando politizarnos, en el sentido mas peyorativo de la palabra. Estamos haciendo “polis” (ciudad) en la más noble y desinteresada de las actuaciones, y pese a quien pese, y caiga quien caiga, nadie conseguirá callar la voz de los” Ciudadanos”
No tiene derecho una mayoría – por aplastante que sea en el Pleno- a expoliarnos, a vender nuestro patrimonio histórico, a convertir en vil metal todas las propiedades con las que la ciudad se ha ido haciendo con dinero de los granadinos. Propiedades adquiridas a lo largo de los siglos, llenas de historia y de arte y a las que un gobierno municipal debe tutela y protección.
Hoy son tres edificios cargados de historia los protagonistas del expolio: Palacio de Ágreda, Casona de Sta. Inés y edificio en calle S. Matias; mañana, si siguen gobernando, será el Hospital de Peregrinos, salvado cuando ya estaba en el puesto de salida, por la cercanía de una campaña electoral y la cesión a la Asociación de la Prensa. Detrás seguirán otros, la nefasta alianza entre afán recaudatorio y la nula sensibilidad artística, harán que el Ayuntamiento revierta a la propiedad privada las joyas públicas, esas que pertenecen a todos sin excepción, y “pulirán “nuestro dinero con presteza, dejándonos cada día la ciudad más pobre y descapitalizada.
Nos quejamos también del expolio del paisaje, del mal destino de muchos monumentos singulares a los que la insolencia y la ignorancia han condenado (Cuarto Real), del destrozo de nuestros barrios singulares, del crimen de la Churra – la ampliación del Hamán de la calle Sta. Ana, denunciado en la Fiscalía- de las pérdidas diarias de esta ciudad que aspira a vivir del turismo y, que de seguir así, nada tendrá que enseñar porque todo estará en manos privadas, cerrado a cal y canto. Hoy queremos hacer un llamamiento general para una gran campaña, en defensa de lo público, de que no se privatice lo nuestro, sino que se lleve a cabo, por parte de nuestros gestores, una política de cesiones con condiciones, en la que primen los usos culturales Museo de la Ciudad, Centro de Estudios Bizantinos, Academias, Bibliotecas, etc que a la vez que abren sus instalaciones a la ciudad, liberen de cargas a la hacienda pública. Soluciones hay, pero entre ellas, no está la de vender.
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