Fernando Alcalde
Marzo, 2009
No son pocas las voces que en los últimos meses vienen reclamando el protagonismo que las nuevas tecnologías energéticas deben tener en las soluciones a la crisis global (energética, financiera, productivista, alimentaria, ambiental), entre otras razones, por su contribución a la generación de empleo y actividad económica.
La provincia de Granada ocupa hoy un puesto destacado en Andalucía a nivel de implantación de energías renovables. En su conjunto suman algo mas 530 MW de potencia instalada, siendo destacables los 309 MW eólicos, los casi 79 MW fotovoltaicos o los 50 MW termoeléctricos, que representan, respectivamente, el 17,8%, 11,89% y el 82% de la potencia instalada de cada una de estas tecnologías en Andalucía a 31 de diciembre de 2008. A esto hay que sumar la importante producción de pellets para usos térmicos que alcanza las 9.500 toneladas equivalentes de petróleo, el 57,6% de las producidas en Andalucía.
La contribución de Granada al conjunto de las renovables en cuanto a potencia instalada se encuentra por encima de su peso en cuanto a población (13,9% frente a 10,7%), lo que muestra el potencial de la provincia en este campo.
No obstante, contrasta este hecho con el escaso peso que la industria ligada a este sector tiene en nuestra provincia. A excepción de las instalaciones de Eozen como fabricante de palas de aerogeneradores en Ferreira y la empresa Energía Oriental en la producción de combustible a partir de la biomasa, no existen otras instalaciones ni previsión de ellas. En eólica, se dispone de fábricas en Linares (torres), equipamiento de control en Málaga, palas, en construcción, en Carboneras y aerogeneradores en Cádiz. En tecnología solar, tubos absorbedores solares y ensamblaje de módulos FV en Aznalcóllar, montaje de estructuras de captación solar en Utrera, instalaciones para fabricación de helióstatos y colectores en Sanlúcar la Mayor, fabricación y soluciones para energía solar (fotovoltaica, térmica) en Málaga, fabricación de captadores y sistemas solares térmicos en Dos Hermanas y Málaga, fabricación de captadores solares en El Ejido, fabricación de inversores de FV y desarrollo de Pilas de Combustible en Sevilla. Asimismo está prevista la instalación de fábricas de componentes termosolares en La Carolina, de FV de capa fina en el Tecnoparque Bahía de Cádiz, Baena y Sevilla, producción de polisilicio en Los Barrios y fabricación de paneles solares en Cádiz. Es decir, casi el 79% de las empresas ligadas a la producción de compones para la industria eólica y fotovoltaica se localizan en las provincias de Sevilla y Málaga y, a corto plazo, el eje Cádiz-Sevilla-Málaga acogerá al 70% de ellas.
Desde el punto de vista de la investigación tampoco vamos bien. El Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables (CTAER) de Andalucía, constituido por las Universidades de Cádiz, Jaén y Almería; la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa a través de la Agencia Andaluza de la Energía; el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), y las empresas más relevantes del sector, entre las que destacan Acciona Energía, Fundación Focus Abengoa, Gas Natural, Enel Unión FENOSA, Iberdrola, Isofotón, Endesa o Green Power Technologies contará con tres centros localizados en Almería (Solar), Jaén (Biomasa) y Cádiz (Eólica). En cuanto a formación parece que definitivamente Lucena contará con el Centro especializado a nivel andaluz.
En suma, Granada vuelve a ocupar la posición de marginalidad que venía ocupando en el panorama industrial y tecnológico andaluz. Nuestra provincia vuelve a ser territorio periférico, destinado a suministrar recursos, en este caso energéticos, a los centros productores y a recibir los impactos de las instalaciones; a generar empleo, escaso y de baja cualificación ligado a las labores de mantenimiento de las instalaciones, mientras que los procesos productivos y tecnológicos, donde se concentra el valor añadido, vuelven a las metrópolis occidentales andaluzas (eje Cádiz-Málaga-Sevilla) y, residualmente a Almería y Jaén.
Urge hacer frente a esta situación que esta conduciendo a Granada a quedar descolgada de la actual etapa de industrialización tecnológica de Andalucía. Para ello es imprescindible el acuerdo de las administraciones, las empresas, la universidad y la banca, donde no pueden quedar fuera ni los partidos políticos ni los sindicatos ni los ciudadanos, ya que se trata de un proyecto de la sociedad granadina en su conjunto que, de no acometerse, generará un nuevo abismo entre las Dos Andalucías.
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Sólo existe una única andalucía.