Publicado en Ideal el 11/06/2008.
José Ramón Jiménez Cuesta. Ciudadanos por Granada.
Sí, más de lo mismo. Las optimistas declaraciones de la ministra Magdalena Álvarez sobre la próxima inauguración de 2.800 Kms de AVE en España en las que ni siquiera se da fecha para la finalización del tramo Antequera-Granada, sólo reflejan el desprecio con que sistemáticamente todos los ministerios de Fomento se han comportado con nuestra tierra. Pone la ministra fecha para muchos trazados, la alta velocidad llegará en 2010 a Cuenca, Albacete, Valencia; dos años después a La Coruña, Vigo, Gerona, Mérida, Badajoz. En Granada, ni siquiera plazos. Un AVE a Granada que iba a estar terminado en 2008, no lo veremos no sólo en esta legislatura, sino que no hay referencia alguna. Puede ser 2014, 2016, o quién sabe. Además, nadie se puede creer la afirmación de la ministra de que la crisis económica no afectará al desarrollo de las infraestructuras. Ese comentario sólo ella se lo puede creer. En caso de una crisis prolongada el horizonte del AVE en Granada estará, sin duda, más lejano.
Obviamente, la culpa la tendrá el Ayuntamiento de Granada, ¿quién si no? Pronto vendrá la ministra a decir que con este alcalde no se puede dialogar y que incluso el tramo Antequera-Maracena (que no pasa por nuestro término municipal) va tan retrasado que es culpa de Torres Hurtado. Y si no, será el cambio climático el responsable del retraso. Alguna excusa encontrará.
Es curioso, en dos años, Sevilla, Córdoba, Málaga y Cádiz tendrán AVE. Todas ellas, ciudades de Andalucía Occidental; Granada, Almería y Jaén, ciudades de Andalucía Oriental seguirán esperando el tiempo necesario. Se reproduce el esquema de dos Andalucías a dos velocidades. Las autovías llegaron antes a la otra Andalucía, lo mismo que los trenes de alta velocidad. Mientras, los diputados provinciales que representan a Granada, seguirán cobrando su salario mensual y en silencio, no vaya a ser que cabreen a Magdalena Álvarez reclamando el AVE.
Muchos dirán que somos muy repetidos denunciando siempre lo mismo, que a Granada todo llega tarde y con baja calidad (por ejemplo, el metro o tranvía arrasador). Pero creo que más repetidos y cansinos son los ministros y gobernantes que sistemáticamente prometen y mienten, con una frecuencia en sus mentiras muy superior a la frecuencia con la que los granadinos denunciamos el abandono de nuestra tierra.
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