Señor Director de Ideal: He dejado pasar unas fechas pues a mi misma me costaba asimilar lo que viví en el día de la conmemoración de la Toma. Fue una experiencia imposible de creer, aunque el manido dicho de “todo es posible en Granada” se nos ponga ante la vista una y otra vez., como la realidad pavorosa de que una empresa – a la que pagamos todos- sea capaz de dejar a la ciudad sumida en un gigantesco vertedero, con graves peligros añadidos, y no haya despidos, rescisión de contratos, ceses y sanciones. Debilidad del poder, lo llamaría yo. Pero con ser grave este hecho, lo es mucho más al que yo me quiero referir y que presencié con mis atónitos ojos y oídos, en la Plaza del Carmen el día dos de enero.

La policía Municipal, los garantes del orden de la ciudad, el “Cuerpo” al que otorgamos autoridad para sancionar a todo aquel que altere la normalidad, infrinja el orden o altere la convivencia ciudadana se convierte, con toda impunidad en los alborotadores, los que pitan los que, faltando el respeto a los ciudadanos, boicotean una de las efemérides más entrañables de la memoria histórica y secular de Granada. Con su comportamiento han puesto al pie de los caballos a toda la Institución policial, pues a partir de ahora los granadinos sabemos de la falta de responsabilidad de la que son capaces muchos miembros de esa policía bien pagada que no han dudado en reventar una celebración a la que todos los granadinos teníamos derecho de asistir en paz y silencio.

La Subdelegación del Gobierno y los mismos compañeros del Cuerpo que no estuviesen de acuerdo con esta actuación, deberían haber salvaguardado el honor de esta ciudad que está perdiendo todos los rumbos.

Atentamente

Rosa Machado de la Quintana

Ciudadanos y Mujeres por Granada.