Con esta breve editorial, abrimos una nueva voz, mejor dicho, una nueva y digital manera de emitir esta voz, con objeto de que pueda traspasar las barreras físicas e ideológicas que muchas otras veces nos han impedido ser escuchados.
Hace ya seis años que las opiniones de la Asociación Ciudadanos por Granada vienen saliendo a la luz en distintos medios de comunicación. Hoy, en aras de una mayor libertad, y aprovechando las posibilidades de las nuevas tecnologías, abrimos caminos digitales para dar un mayor ámbito de difusión a los diversos temas que atañen a esta nuestra querida ciudad que no siempre encuentra en sus autoridades la sensibilidad ni la valentía suficientes para luchar contra la injusticia, el desdén y la marginación a la que esta milenaria Granada viene siendo sometida.
En esta pequeña ventana digital, que se actualizará permanentemente, tendrán cabida todas las ideas, sugerencias, opiniones y proyectos que contribuyan de una manera eficaz a un presente y un futuro más brillante de una Granada que fue Reino y que hoy arrastra una existencia raída, pobre y mediocre que llena de dolor irremediablemente el corazón de todo el que se sienta cautivado y comprometido con el “bienSer” futuro de esta ciudad cargada de historia y rico patrimonio.
Bienvenidos a esta página digital, todos los que estéis dispuestos a trabajar por una ciudad mejor.
Para quien lo quiera entender.
Soy un “granaino” que vivo fuera de Granada pero ejerzo de ello, sigo la actualidad de mi Ciudad a diario, y por ello me siento obligado a participar en el debate que se ha abierto por la ubicación de la estación del AVE, o mejor dicho se debería abrir sobre la Estación del Ferrocarril, porque del AVE habría mucho de qué hablar.
Se presento una gran propuesta arquitectónica diseñada por D. Rafael Moneo, que como era de esperar de este gran arquitecto supo plasmar en la misma la belleza paisajística del lugar. Pero hoy solo prevalecen conceptos economicistas marcados por esta etapa gris en que estamos y que todo invade, puede que sea la realidad, no lo niego, pero de esta saldremos y algunas decisiones tomadas bajo su pesimismo o bien como coartada, serán recordadas como algo nefasto.
Hay decisiones que son de vital importación y esta del cambio de ubicación de la estación es posiblemente la de más calado urbanístico a la que se enfrenta la actual Corporación Municipal, pero que incumbe a todos los granainos, ya que su decisión puede resultar irreversible y he aquí mis consideraciones por qué no se debe deslocalizar.
Granada es una ciudad que en el ámbito turístico es de las más atractivas a escala mundial y no es solo por nuestro monumento insignia como es la Alhambra, aunque este acapare toda la capacidad de asombro de nuestros visitantes. Hay una ciudad árabe una ciudad renacentista con grandes monumentos y sobre todo una gran calidad paisajística que realza nuestros monumentos, se imaginan una Alhambra sin ese fondo nevado o rocoso como telón de fondo que es Sierra Nevada tenemos una ciudad en 3D.
Cuando se llega a Granada y se baja del tren la vista que se contempla es difícil de olvidar para aquel que llega por primera vez, y esa instantánea le predispone gratamente en su visita. Olvidamos con mucha frecuencia que las entradas a las ciudades, sobre todo las turísticas, es la primera imagen de la ciudad que aprecia el visitante y que ello influye enormemente en su predisposición hacia la ciudad, que mejor entrada que la actual con esa panorámica tan maravillosa de la ciudad y centralidad respecto a la misma.
Para la nueva estación que se proyecta se han tenido en cuenta unas consideraciones, que no dudo de su bonanza, desde un punto de vista económico, y posibles conexiones con otras infraestructuras futuras, pero las necesidades de Granada son otras. Se aduce que se ejecutara un gran parque, esto es un argumento fácil ya que el actual emplazamiento dispone de suficiente terreno para crear una gran estación, un parque y toda una gran remodelación urbanística de la zona que tan necesaria es. Por tanto creo que han primado motivos económicos derivados de la situación en que nos encontramos, y me pregunto no es posible hacer una estación en su actual emplazamiento con un presupuesto más modesto que la propuesta del Sr. Moneo, pero con un objetivo a futuro, que en diferentes etapas se pueda realizar. Después de tantos años esperando, Granada es todo un ejemplo de abandono por parte de todas las administraciones de distinto matiz político en cuanto al desarrollo de infraestructuras, podríamos dilatarlas en el tiempo un poco más, por ganar un tiempo podemos perder la oportunidad de dejar a Granada sin una actuaciones de gran trascendencia, cambiando una estación que aportaría unas plusvalías, que al final redundan en beneficios económicos para todos, por una estación que solo aportara el propio de su uso, pero no será una obra que haga ciudad.
Sr. Alcalde, las prisas o intereses ocultos, no son buenos consejeros. Estamos a tiempo de no cometer un gravísimo error. No deben primar criterios políticos o simplemente económicos, sino los intereses y las necesidades de Granada y si no podemos ahora, hagámoslo poco a poco ya vendrán mejores tiempos, pues el daño pude ser irreversible.
José a. García Molina
Ronda (Málaga)