Málaga acaba su estación del AVE mientras Granada ni siquiera ha comenzado a hacerla

Los políticos han sido incapaces de ponerse de acuerdo en los detalles de la terminal mientras los demás avanzan La alta velocidad malagueña tiene fecha: el 23 de diciembre.

Publicado en Ideal el 02/09/2007.

La frase es celebérrima de puro chistosa: «En 2007 volveré a Granada para estar con todos vosotros y vendré en un AVE en debidas condiciones: en el que va a hacer José Luis Rodríguez Zapatero». La pronunció en el año 2004 el secretario de Organización del PSOE, José Blanco… en un mitin electoral celebrado por estas tierras. No fue un simple desliz debido a los calentones que los políticos suelen sufrir en sus peroratas públicas, ya que el programa electoral de los socialistas -se supone que redactado con calma- hablaba de tener construido el AVE de Granada esta misma legislatura, o sea, para dentro de cinco o seis meses como máximo.
Pues bien, ni Blanco ni Zapatero van venir en AVE a Granada este 2007, ni tampoco el PSOE va a cumplir su promesa electoral, ya ampliamente rebasada por la realidad.
Esta realidad, frustrante, no es igual en todos sitios. Verbigracia: Málaga remata en estas fechas su nueva estación del AVE, denominada Vialia – María Zambrano, mientras Granada ni siquiera ha comenzado a hacer la suya.
La intervención realizada en la ciudad malagueña ha consistido en la construcción de un gran centro comercial y de la estación del AVE propiamente dicha. Dicho recinto de comercios, impulsado por el Ministerio de Fomento, fue inaugurado oficialmente hace ya tiempo, concretamente en noviembre de 2006, y ha constituido todo un éxito de público, pues es abarrotado a diario por miles de personas.
Este recinto dispone de más de 100 tiendas y bares, cines, una bolera enorme y gimnasio, y ha contribuido decisivamente a cambiar la faz de toda la zona en la que se asienta. El lugar, que ocupa una superficie de unos 56.000 metros cuadrados, destaca por su luminosidad y por su amplitud, y ha contado con la aceptación general de la población.

Sin satisfacción total

No ha acabado de satisfacer en Málaga, no obstante, el diseño de la estación propiamente dicha, que queda en superficie y no soterrada. Y es que las vías del tren entran a la ciudad malagueña bajo tierra gracias a un túnel de un par de kilómetros que en estas fechas se está acabando de construir, dado que las obras están ya a más del 90% de su ejecución. No obstante, dichas vías soterradas emergen hacia la superficie unos 500 metros antes de llegar a la terminal, que no queda finalmente soterrada.
Según los cálculos del Ministerio de Fomento, la velocidad actual de los trabajos permitirá que el AVE llegue a Málaga en la fecha marcada.
Porque, y así es, la inauguración de la alta velocidad malagueña tiene ya día exacto fijado en el calendario: el 23 de diciembre de este 2007. No se trata de un vago término como «antes del final de esta legislatura» o como «dentro del plazo más corto posible» o como «dentro de las posibilidades que marquen los técnicos», sino de una jornada con nombres y apellidos: el 23 de diciembre de 2007.

La incapacidad

En la estación de trenes malagueña se están ejecutando ahora los últimos trabajos: los de la colocación de los andenes.
Para llegar a este estado de cosas, el Ministerio de Fomento ha acelerado notablemente el ritmo de las obras, y además la ciudad de Málaga no se ha eternizado en el debate sobre cómo debía ser la llegada de la alta velocidad a la capital de la Costa del Sol.
En Granada, por contra, el debate sí se ha eternizado. Los políticos del PP y del PSOE han tardado años en ponerse de acuerdo en el lugar donde debe ir emplazada la nueva estación ferroviaria, en soterrar o no las vías, en cómo eludir el paso por el río Beiro, en cómo conectar la terminal del AVE con la estación de metro que en teoría debe quedar colocada muy cerca: junto al estadio de la Juventud. Y así sucesivamente.
La consecuencia de esta incapacidad para sacar adelante el AVE granadino está a la vista: Málaga ya ha acabado su estación, mientras Granada ni siquiera ha empezado a hacer la suya todavía y no se sabe a estas alturas cuándo podrán comenzar las obras ni en qué van a consistir. Tampoco se ha hecho público cuál va a ser el destino de la gran superficie que debe quedar libre por el soterramiento de las vías. Hay también otra consecuencia añadida: Málaga sabe que el próximo 23 de diciembre tendrá AVE, mientras Granada no tiene aún la más remota idea de cuándo podrá hacer uso real de la alta velocidad.

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