Publicado en Ideal el 17/08/2009.
Remedios Murillo Cubillas, Coordinadora de Mujeres y Ciudadanos por Granada.
Hubo un mil trece que pasó y habrá un dos mil trece que, indudablemente, llegará, el tiempo es así, fugaz en su paso e inexorable en su ritmo, nadie pueda detener a ese dios Kronos que tanto nos obsesiona y condiciona la vida ¿Es posible que hayan pasado ya dos años desde que alguien, con nombre y apellidos, buscara y rebuscara en la historia alguna fecha, algún acontecimiento, para vender a los granadinos una ilusión ilusa, parecida a aquella Olimpiada Blanca , con trampolines de esquí en Cenes de la Vega (donde solo ven nevar cada cuatro o cinco años) y Palacios de hielo? Podría llegar a ser, en esta ocasión, una ilusión verdadera, podría ser un hermoso proyecto…pero la trayectoria de ese gobierno del señor Chaves, tacaño hasta la ignominia con nuestra ciudad, nos hacía sospechar que la frase del Vice-Consejero de Cultura “para Granada, ni agua” estaba, como abono mortal, en las raíces que nutrían este milenario que se nos vendía como un “Bienvenido Mister Marsall.”
Elegantemente, desplazaron al Presidente Chaves al Olimpo madrileño, y sutilmente, gatunamente, dejaron a los granadinos colgados de una idea, de la que siguen bamboleándose con peligro de darse el batacazo, y que, pausada y sigilosamente, va diluyéndose, como azucarillo en agua, a medida que van pasando los días. Y conste que lo deseamos fervientemente que queremos meter el hombro para apoyarlo en cuanto se nos pida, pero ni el mayor de los anhelos puede hacernos perder pie en la tremenda y estéril realidad.
Es curioso volver la vista atrás e ir diseccionando el acontecimiento. Llega el presidente de la Junta rodeado de fieles seguidores -¿o no tan fieles? – y presenta, en su feudo alhambreño, con bombo y platillo, la gran idea, el descubrimiento para Granada y sus habitantes de que hubo hace mil años un guerrero que ya soñó grandezas para esta tierra.. Aquel personaje, desconocido para la mayoría, se invistió rey y fundó la dinastía zirí, hecho, que por obra y gracia de una decisión política, va a convertirse, mil años después, en eldorado, en la solución para salir de pobre, de una ciudad, que, simultáneamente, con otras mezquinas decisiones, está siendo postergada por esos mismos que hoy se erigen en ideólogos del milenio. La idea de la conmemoración prende con la fuerza de ese clavo ardiendo que supone el último recurso, el empujón salvador que nos aparte del final de la lista y, si ya no es posible que Granada vuelva a tener la grandeza de un reino, al menos, que reine en ella la cultura, el patrimonio, la belleza y la grandeza que por historia merece. Se suceden numerosas conferencias, mesas redondas, se publican libros y libretos, rey Badis para acá, reino de Granada para allá, y es llegada la hora de nombrar un gerente para la idea, una persona prestigiosa que tome el mando del ilusionante proyecto y ahí se empiezan a surgir tortuosas maniobras. El nombramiento no llega, se decide un Comisario in pectore, a cuya designación ya no se persona el ínclito señor Chaves, vienen solo mandos intermedios, eso sí, fotos de familia en la Alhambra , palmadas en el hombro, grandes efusiones y promesas. Empieza a caminar el proyecto, con la exigua perspectiva de la implantación de una oficina y un adjunto de prensa, no puede darse un inicio más lento, como el de aquellos trenes antiguos a los que les costaba un largo trecho, adquirir la velocidad punta.
A día de hoy, el señor Comisario sigue sin un nombramiento oficial, sin ese respaldo político que le conceda toda la autoridad. Y es de sentir, porque esta torpe política de patio de monipodio quema a sus gestores en piras públicas, los abaja, los humilla y deja para el desguace los mayores entusiasmos. Supongo que a estas alturas, Don David Aguilar debe tener la moral baja y la desmotivación muy alta.
El Milenio no llega, la filosofía que lo alimentó en su día (si es que la intención fue buena y no un mero engaño electoral) ha perdido su “ser”, su alma, su aliento. Ya sentimos rechazo ante la idea que se nos vendió de “percha” para proyectos de progreso, cuando lo que se ve en lontananza es un pretexto para distraer y atrasar hasta la efeméride del 2013, lo que se había prometido – y ya llegaba con retraso- para el 2010. La palabra Milenio estás provocando naúseas, repulsión e indignación. No era necesaria una nueva humillación a la ciudad, una ofensa gratuita, otra patada en el trasero, que solo aumenta la indignación y ¡ojala!, la rebeldía Y todo suena a tomadura de pelo. Hasta el Curso Mediterráneo que ha organizado la Universidad, titulado “El Milenio : Pasado y Presente de Granada”, ha sido la muestra de lo inconcreto, de lo traído por los pelos, de lo aquí cabe todo: la Granada romana, la barroca, la cristiana, el Parque de las Ciencias, la Caja General de Ahorros, La Rural, la Concejalía de Urbanismo, la presidencia de la Diputación, el gerente del sempiterno (por tiempo) Campus de la Salud, etc etc..¿Qué Milenio es el que viene? Sinceramente, yo no me aclaro y, creo que el señor Comisario- ¿es o no es?- debe tener su cabeza de científico racionalista, invadida por un “totum revolutum” del que, a veces, acostumbrado en su laboratorio a ver anatomías patológicas tendrá que pensar que si el Milenio fuese una pieza a estudiar, el microscopio le revelaría que las células que lo constituyen, son inespecíficas, están desorganizadas y en peligro de convertirse en un cáncer letal.
Volvemos a lo de siempre, Granada es una ciudad a la que la Junta y el propio Gobierno Central, han perdido el respeto. Se le ofrecen señuelos (Milenio, Teatro, AVE), pero no se respaldan con euros y esto nos trae a la mente el chascarrillo de los niños que encargaban a un comerciante pitos, solo uno de los pequeños puso sobre el mostrador el dinero que valía el silbato y el comerciante, con sorna, dijo “niño, tú pitarás” pues al paso que vamos, aquí no va a pitar nadie. Porque nadie pone el dinero sobre la mesa, y las promesas, por sí mismas, son agua de borrajas.
Y dejaré para otro día el relato de lo que pudiera ser la maniobra mas canalla de la historia. Se rumorea que quieren robarnos las tierras que, desde la prehistoria forman el parque natural de la Vega Sur, para con el dinero de su especulación, regalarnos un “Gran” Parque que conmemore el Milenio ¿será posible tanta ruindad? Esperemos que no, pero por si acaso, vayamos afilando las garras.
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