Remedios Murillo Cubillas, Mujeres y Ciudadanos por Granada.
Hace tiempo, alguien acuñó el término paracaidista para aquellos políticos que, sin conocer la ciudad, sin tener razones para entenderla, ni amarla, aparecían de pronto en la cabecera de una candidatura política. Conocimos a varios y de ninguno de ellos podemos decir que se revelaran como figuras estelares, antes bien, los calificaríamos de personajes desilusionantes. Pues de nuevo, habemus paracaidista, el Señor Ávila, el Consejero de Presidencia que, a decir verdad, un alto porcentaje de granadinos ni conocía, ni sabía de su existencia. Es la guinda que remata el fraude del Milenio. Todo forma parte de la tomadura de pelo más sangrante de la que hemos sido victimas los granadinos (y van unas cuantas). El señor Ávila aterriza en la ciudad, desplegando un paracaídas que protege a su partido, al gobierno autonómico y a su gran responsabilidad como Vicepresidente de la Junta de Andalucía, organismo, que ya, en su descontrol con Granada, no sabe como nadar y guardar la ropa y solo aspira a que la “seda” del paracaídas tape sus vergüenzas y no las deje a “ventestate”. Ninguna novedad, han sido dos años sabiendo que el Milenio estaba muerto, que ni siquiera la figura de un Ex Rector es respetable para estos políticos provincianos y rencorosos que han dicho públicamente que a “Granada ni agua.”;frase del Viceconsejero de Cultura que he dicho y publicado en mil ocasiones, pero que no me asusta repetir (aunque me llamen pesada) porque lo sucedido con el Milenio es la prueba de que la frase se cumple y remacha lo que viene sucediendo en esta ciudad, también “milenariamente”. Por ello, no confío en las voces, que, desde este mismo periódico piden el comisariado para personas de la misma cuerda y que desean ver los campus Universitarios a quince kilómetros de Granada por la carretera de la Costa.
Una vez mas la mano que reparte prebendas quiere ocultar que en Granada tienen un gran tesoro, una ciudad que por algo fue reino y que, con justicia distributiva y creatividad sería un faro de riqueza, en esta Andalucía imparable, imparable sí, para llegar a la meta como la región más subsidiada y el vivero donde florecen el mayor número de funcionarios gubernamentales por metro cuadrado. Nadie estuvo de acuerdo con la finalidad que se le daba al Banco de España, vale, ¿pero se le dio alguna? Nadie estaba de acuerdo con la solución del Cuarto real ¿pero se le dio alguna? Nadie está de acuerdo con el mini teatro que se nos va a construir ¿pero se ha construido alguno? Nadie quería que se vendiese Casa Agreda, sino que se abriera un Museo para la ciudad ¿se ha hecho ya el museo de Granada? Nadie quería que se destrozase la vega y para ella se pidió la declaración de zona patrimonial ¿se ha pedido? Se pidió un metro que conectase el área metropolitana en el menor tiempo posible ¿Se ha confesado que el tranvía marchará a 20 Kms hora?
Habrá Milenio, ha dicho el nuevo Comisario señor Ávila pero ¿qué Milenio? pregunto. ¿Ese que dejará sin Vega a Los Ogijares, La Zubia , Cájar y Huétor Vega?¿ El que dará vida a la desaparición de huertos milenarios? Eso no es un logro, eso es el fantasma que nos asusta ante uno de esos destrozos a los que nos tienen acostumbrados los que con Granada se comportan sin sensibilidad y sin tino. Mucho nos tememos que lo único que salga adelante bajo el grandilocuente nombre del Milenio sea ese gran Parque de la Vega Sur que destrozará huertas y caseríos, formando un cateto parque temático y dando vida a nuevas urbanizaciones. Y Nada más, porque lo demás son compromisos antiguos (e ineludibles) que ya vienen con muchísimo retraso y que su incumplimiento debería haber puesto en pie de guerra a la ciudadanía, y especialmente, a estas autoridades locales que dejan morir el tiempo silentemente y cuyo único mérito es pasar desapercibidas para hacernos mas llevadera la cruz de su existencia.